Hace un par de meses tuve la oportunidad de probar este plato turco delicioso en un viaje increíble. Y como me pasa siempre que pruebo algún plato nuevo me planteo si puedo hacerlo yo misma en casa. Así que me puse a investigar, recopilar y mezclar recetas hasta dar con esta versión que les traigo hoy. Como siempre, es una receta adaptada, hecha con ingredientes que tengo a mano o que son fáciles de conseguir.
Este es un plato un poquito elaborado, pero más por tiempo que por dificultad. Igualmente creo que merece la pena el esfuerzo para darse este pequeño capricho turco.
Empezamos preparando la masa.
Si tenemos un robot de cocina tipo thermomix, metemos todos los ingredientes en el vaso, mezclamos 10seg V7-10 y luego ponemos 3 minutos en velocidad espiga (amasar). Miramos si está bien unificada la masa o si necesita más harina o líquido (podremos usar agua o leche), no debe pegarse de las manos al tocarla.
Si lo vamos a hacer a mano mezclamos por un lado la harina, con el bicarbonato y la sal y en un bol aparte mezclamos los yogures naturales con el aceite. Hacemos un hueco en el centro de la harina y ahí ponemos nuestros líquidos para empezar a amasar. Nos tiene que quedar una mezcla firme, fácil de trabajar. Se le puede echar más harina o más líquido si es necesario.
Una vez obtenida la masa, la dejamos en el bol, la untamos con un poco de aceite, la tapamos con un paño y dejamos que repose al menos media hora. También se puede preparar el día anterior, para ello una vez que haya reposado la cubrimos bien con papel transparente y la dejamos en la nevera.
Mientras la masa reposa vamos a preparar la carne.
En una picadora picamos finito la cebolla y el ajo. Cubrimos el fondo de un caldero chato con un poco de aceite, cuando esté caliente añadimos la cebolla y el ajo y dejamos pochar.
Cuando esté la fritura añadimos la carne de cordero molida, la ralladura de medio limón, el comino, sal y pimienta y dejamos cocinar a fuego medio dando vueltas de vez en cuando durante al menos media hora.
Por otro lado picamos las espinacas en tiritas con un cuchillo y el queso de cabra en dados. Reservamos hasta el momento de montar el plato.
En una superficie enharinada ponemos la masa y amasamos un poco dando forma de bola, dividimos en 4 o 6 porciones iguales. Cogemos una de las bolas y aplanamos con un rodillo hasta obtener un círculo lo más fino posible, es importante que nos quede bastante finito para que la masa se cocine bien en la plancha.
En una mitad ponemos un poco de cordero, espinacas por encima y trocitos de queso bien distribuidos. Doblamos la otra mitad por encima, formando como un calzone o una empanadilla y cerramos bien los bordes doblándolos hacia adentro o aplastando con un tenedor.
Untamos con aceite por un lado y ponemos en la plancha caliente, barnizamos la otra parte y cuando esté bien dorado le damos la vuelta.
Reservamos en un plato tapado con una platina para mantener el calor y hacemos lo mismo con el resto de la masa y el relleno.
Se sirve cortado en cuatro trozos y con una rodajita de limón como se ve en la foto.
* Si eres vegetariano o no te gusta el cordero puedes omitirlo y preparar un gozleme de espinacas y queso, muy típico también, o sustituir el cordero por otra carne a tu elección.
* Digamos que el gozleme es como la calzone turca, puedes rellenarla con lo que prefieras, no tiene límites.
* No te preocupes si te sobra masa, se puede meter en una bolsa y congelar para usarla en otro gozleme o como ya veremos otro día para preparar un pan naan con humus.
Se que esta receta puede parecer un poco abrumadora pero está buenísimo, desde que lo probé estaba soñando con volvérmelo a comer, es peligrosamente adictivo. Además puedes hacértelo, envolverlo en una platina y llevártelo para comer por ahí y sustituir el tradicional bocadillo por algo más exótico para variar.