El guirlache elaborado a base de avellanas, almendras o nueces, es muy sencillo, bañamos con almíbar el ingrediente que utilicemos y dejamos enfriar. Al igual que el turrón más típico, se le atribuye origen medieval, más concretamente árabe. Se cree que nació en el territorio que conformaba la Corona de Aragón, aunque con el tiempo se ha extendido por toda España.
Al-Ándalus es el nombre con el que se conoció a todas aquellas tierras gobernadas por musulmanes, que habían formado parte del reino visigodo, la península Ibérica, la Septimanía francesa y las Islas Baleares, su zona este se denominó xarq-Al-Ándalus.
Dentro de los hábitos alimenticios andalusíes encontramos la riqueza en los postres y los dulces, pan de higo, turrones, etc.
Con esta receta participo en el reto Cooking The Chef del mes de Noviembre de 2020.
Ingredientes:
200 gr de azúcar
1 cucharadita de zumo de limón
50 gr de miel
200 gr de almendras tostadas
1 pizca de anisetes
Preparación:
Lo primero que haremos será tostar las almendras en el horno. A continuación preparamos la mezcla que va a formar el turrón de guirlache artesano.
Preparamos el molde que vayamos a utilizar untándole las paredes con un poco de aceite de oliva.
Cogemos un recipiente de acero inoxidable y empezamos a hacer el caramelo. El caramelo lo elaboramos con el azúcar, el zumo de limón y la miel. Lo calentamos a fuego lento y lo vamos removiendo con una cuchara de palo, hasta que queden bien derretidos todos los ingredientes, y el caramelo tome ese color característico que parece un poco tostado.
Cuando tenemos elaborado el caramelo, le añadimos a la mezcla del futuro turrón de guirlache las almendras, y vamos mezclando con cuidado. La mezcla la continuaremos hasta que a simple vista se pueda ver que todas las almendras quedan impregnadas de caramelo.
Para finalizar, vertemos la mezcla de almendras y caramelo en el molde, procurando que quede lo más plano posible.
Solo tenemos que esperar a que se enfríe y desmoldarlo, quedando listo para tomar nuestro turrón de guirlache.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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