Hacer un guiso de alitas de pollo es realmente fácil y admite un montón de variaciones.
Así pues, y aprovechando que Saboresfera, junto con Caldo Aneto, nos ha invitado a todos los blogs de Saboresfera a presentar un plato con legumbres, os traigo esta receta para preparar un guiso de alitas de pollo con garbanzos. Ya veréis como disfrutáis de este sabroso plato.Podéis cambiar las alitas por otras partes del pollo (mejor cortado en trozos pequeños) pero las alas de pollo, sobre todo las puntas, tienen un alto contenido de colágeno que aporta una excelente textura gelatinosa a la salsa.
Podéis darle un toque personal al guiso variando las verduras de acuerdo a vuestras preferencias personales. Es más, podéis añadir unos piñones o unas nueces a la salsa. Igualmente, podéis sustituir el vino blanco por cerveza.
Una receta perfecta para nuestro menú diario, ya que es un plato muy completo que cubre todas nuestras necesidades alimenticias. Además, si preparáis cantidad en exceso, la podéis congelar. Es una magnífica opción para tener comida casera esos días en los que no tenemos tiempo de nada.
Recordad que los guisos de legumbres se pueden congelar en recipientes herméticos una vez fríos. Pero estos guisos no deben llevar patata porque los alimentos con fécula modifican su textura con la congelación y no quedan bien al descongelar.
Esta recela es muy sencilla de hacer y además rápida. También es una forma de conseguir que los más jóvenes coman legumbres. El plato es exquisito y espero que os guste.
Guiso de alitas de pollo con garbanzos
Dificultad: fácil
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Ingredientes
Para 3-4 personas:
500 a 600 gramos de alitas de pollo
150 gramos de garbanzos cocidos
1 cebolla grande
1 pimiento rojo pequeño
2 zanahorias
1 vaso vino blanco
2 vasos de caldo de pollo ANETO
harina
tomillo
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta
Preparación
Pelad y trocead la zanahoria y la cebolla. Lavad y cortad el pimiento. Reservadlo
Salpimentáis las alitas. En una cazuela de boca ancha, freís las alitas previamente enharinadas hasta que estén bien doradas. Sacadlas de la cazuela y reservadlas.
En esa misma cazuela, y aprovechando el aceite de freír las alitas, echad la zanahoria, la cebolla y el pimiento y rehogadlo todo junto unos 5 minutos.
Echad el vino a la cazuela, reducidlo y agregad el caldo y una ramita de tomillo. Que cueza todo junto, a fuego medio bajo, unos 20-25 minutos y entonces ponéis los garbanzos, enjuagados y escurridos, y dejáis cocer unos 5 minutos más todo junto. Si hiciese falta podéis añadir un poco más de caldo (siempre caliente). Corregid de sal y servid con el puré de patatas.
Web: Commememucho