Las cremas son una manera perfecta para cuidar nuestro organismo, beneficiándonos de todas las propiedades que nos aportan los vegetales.
Su sabor suele ser muy suave, pero muy sabroso; de esta manera que si tenéis niñ@s en casa, y les cuesta comer verduras u hortalizas, esta es una manera perfecta para introducir las espinacas en su dieta, y que poco a poco aprendan que comer verduras, de una forma fácil y agradable.
Ingredientes
1 bolsa de 300 g de espinacas congeladas o frescas
1/2 cebolla
1 diente de ajo
1 pimiento rojo
1 pastilla de caldo de pollo
Agua
200ml de leche evaporada
Aceite de oliva virgen
Sal
Pimienta
Preparación
Pelaremos y picaremos la cebolla y el ajo y lo reservaremos.
Lavaremos y picaremos el pimiento desechando el tallo y las semillas y los reservaremos también.
Retiraremos los tallos de las espinacas, las lavaremos y reservaremos (sin son congeladas se utilizarán directamente).
Pondremos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite, añadiremos el pimiento, rehogaremos, agregaremos la cebolla y el ajo, removeremos y dejaremos que se poche todo junto.
Agregaremos las espinacas, el agua y la cantidad necesaria para que queden un poco cubiertas y la pastilla de caldo previamente desmenuzada e iremos removiendo bien.
Dejaremos al fuego, hasta que las espinacas estén cocidas (más o menos, este proceso tardará unos 7 minutos, aproximadamente).
Si fuera necesario, retiraremos el exceso de agua, y las batiremos bien, hasta que quede una crema fina, pero no será necesario pasar por el colador.
La crema resultante, la volveremos a poner al fuego y le añadiremos la leche evaporada, salpimentaremos al gusto, removeremos bien y dejaremos al fuego, 5 minutos más.
Ya la tendremos preparada para servir.
La podéis servir con trocitos de pan tostado, queso rallado o como más os guste.