A veces, da la impresión de que estamos en este mundo para sufrir, cuanto más mejor. Si no sufres, es que tu vida no merece la pena... Lamentablemente, este es el día a día de muchas personas: concentradas en sufrir, en llorar, en hacerse daño.
Hace un tiempo, yo también era así, y quizás, por momentos, todavía lo soy. Pero he hecho el firme propósito de no concentrarme en ello. Cada día ocurren cosas terribles. Me enfado, me disgusto, me salen mal las cosas. Pero intento centrarme en aquellas cosas, por pequeñas e insignificantes que sean, que me dan oxígeno para salir adelante. Un comentario agradable en el blog, un paseo por la playa, los ratitos en familia, una excursión... Esos momentos, si los conviertes en el centro de tu existencia, dan sentido a todo el resto y quizás quitan algo de importancia a los problemas y sinsabores.
Ya, ya lo sé. Más fácil decirlo que hacerlo. Es un viaje que cada cual ha de emprender, tropezando una y otra vez; levantándose una y otra vez. Poniendo una sonrisa donde antes estaban las lágrimas. Aunque duela, porque ese es el único modo de curar las cicatrices del alma.
No, no creo de ninguna de las maneras que estemos en este mundo para sufrir. Y tampoco creo que arrastremos los fallos cometidos por siempre a nuestras espaldas. Cada día es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para intentar dar importancia a aquellas cosas que nos hacen felices. Porque ese sí es el objetivo de la existencia, al menos, procuro que sea el objetivo de mi existencia.
Hoy os traigo una receta de esas que sacan sonrisa. Una receta para ser un poquito más feliz, porque eso es justo lo que nos merecemos.
La combinación del melón y el jengibre es absolutamente maravillosa, os lo prometo; el jengibre fresco, con ese puntito picante, le aporta muchísimo frescor al helado. A pesar de llevar fruta, resulta bastante cremoso, pero sin empalagar.
Yo uso melón Cantaloup, es que... ¡¡es tan bonito!! Pero estoy segura de que quedará delicioso con cualquier otra variedad de melón que os guste a vosotros.
¿Os apetece una sonrisa en forma de helado?
Helado de melón y jengibre
Ingredientes:
4 yemas.
400 ml de nata (crema de leche) para montar {35% materia grasa}.
300 ml + 200 ml de leche entera.
120 g de azúcar.
200 g de melón en daditos {yo uso Cantaloup}.
1 trocito de jengibre fresco.
1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación:
1. Ponemos a calentar la nata (crema de leche) con 300 ml de leche entera, la esencia de vainilla. y el trocito de jengibre fresco pelado. Cuando esté a punto de hervir, retiramos del fuego y dejamos templar 10 minutos.
2. Mezclamos las yemas con el azúcar. Le vamos añadiendo poco a poco la nata (crema de leche) caliente, removiendo constantemente, para que las yemas no se cuajen. Cuando hayamos mezclado todo, lo volvemos a poner en el cazo y lo ponemos al fuego, sin dejar de remover, hasta que cuajen un poquito, tienen que quedar unas natillas ligeras {al enfriar espesará un poquito más}. Retiramos el trocito de jengibre.
3. Ponemos la crema en un bol, la tapamos con papel film, y la reservamos en la nevera. Tiene que estar muy fría.
4. Batimos el melón en daditos con los 200 ml de leche entera. Si queremos, después podemos colarlo para evitar que vayan trocitos de melón, pero a mí me gusta encontrarlos. Justo antes de meter en la heladera o en el congelador, mezclamos la crema de yemas con el batido de melón.
5. Podemos elaborar el helado con nuestra heladera, o a mano, removiendo el helado cada 30-45 minutos para romper los cristales de helado hasta que esté bien cremoso. Si queremos un proceso más sencillo, simplemente tenemos que poner la crema en unos moldes para hacer polos y dejarlos en el congelador hasta el día siguiente.