La manzana no es una de mis frutas favoritas, de echo, es la que menos me gusta de todas, y eso que yo soy muy frutera.
Lo cierto es que la encuentro "sosa" y me la como cuando ya no me queda ninguna otra.
Bueno, esto no es del todo cierto porque esa "antipatía" hacia esta fruta desaparece por completo cuando es la base de un postre.
¡Ummmmm! Ese olorcillo a manzana asada cuando la pones en un bizcocho o en unos buñuelos es irresistible. Y si encima va acompañada de canela y azúcar moreno, vamos, "bocatto di cardinale".
Y además, en una receta como esta se prepara en un "plis-plas", vamos, es un visto y no visto.
Para hacerla vamos a necesitar estos ingredientes:
1 lámina de hojaldre
1 ó 2 manzanas
3 cucharadas de azúcar moreno
1 cucharadita de canela molida
Frutos secos (los que te gusten: nueces, pasas, orejones...) picados
1 huevo batido
Azúcar glas
Almendras laminadas
Ponemos a calentar nuestro horno a 180º.
Extendemos la lámina de hojaldre sobre el papel vegetal que la envuelve.
Pelamos las manzanas y las cortamos en láminas.
Las colocamos en el centro de la masa dejando un cm. aproximadamente de margen tanto por el lado derecho como por el izquierdo.
Espolvoreamos por encima el azúcar moreno, la canela y los frutos secos picados que hayamos elegido. En este caso le puse nueces y orejones.
Cerramos el hojaldre formando un paquetito. Para sellarlo podemos humedecer los bordes para que queden bien pegados.
Damos la vuelta y lo "pintamos" con huevo batido.
Por último, añadimos las almendras laminadas y metemos en el horno dentro de una bandeja.
Horneamos durante unos 25 minutos a 180º o hasta que veamos que está doradito.
Retiramos y dejamos enfriar.
Cubrimos con azúcar glas y ¡listo para devorar!
Y ¿te sabes este dicho? Para estar sana, cómete cada día...UNA MANZANA.