Con la miel en los labiosEn la Cocina Typical Spanish de este mes han propuesto un ingrediente: la miel. Me alegré porque aunque es un producto que me gusta mucho no suelo cocinar con él. Es de todos bien conocidos los efectos nutritivos (es una fuente de energía rápida) , terapéuticos (ayuda la cicatrización y es antiinflamatoria) e incluso su uso en cosmética. La generan unos seres pequeñitos muy trabajadores con una organización social envidiable, donde cada uno tiene su papel y cada uno cumple su función. Cuando La cocina TS propuso la miel, en seguida me vino a la cabeza, que iba a hacer esta receta: Hojaldres de Astorga. La miel rezuma por todos los lados. Es la miel hecha receta. La he hecho y me ha gustado mucho. Creo que a mi familia también les ha gustado: los hojaldres han ido desapareciendo del plato (tengo ratones en mi casa).
Y este es el logo del reto. Si pinchas en él, verás los anteriores retos.
Y si quieres ver lo que han elaborado mis compañeros de reto pincha Aquí: Con la miel en los labios.
Ingredientes:
2 láminas de hojaldre fresco
Para enmelar:
125 g de miel
125 g de azúcar
75 g de agua
1 cucharada de limón
Preparación:
Primero prepara el almíbar. Hidrata la hoja de gelatina en agua fría. Pon a calentar una cazuela con el agua, el azúcar, el limón y la miel.
Cuando hierva separa del fuego y añade la hoja de gelatina previamente escurrida. Remueve muy bien.
Pon el horno a calentar a 200ºC.
Abre las láminas de hojaldre y marca las medidas de los cuadraditos (la medida perfecta son rectángulos de 6X5 cm).
Cortar con un cortapastas. A los rectángulos de una de las planchas se les quita un hueco en el centro con el descorazonador de manzanas o cualquier otro aparatejo que permita dejar un agujero del tamaño adecuado.
Pintar con agua los rectángulos que no tienen el agujero para que se pegue bien.
Pegar los rectángulos con agujero encima.
Hornear durante 15- 18 minutos. Cada horno es un mundo. Mira que estén doraditos.
Sacar del horno y deja que se enfríen.
Báñalos en el almíbar un poco por cada lado.
Dejar que se escurran. Si eres muy goloso, cuando se empape puedes volver a poner otra capa de almíbar.