Entre todos esos dulces hay algunos que se extienden por casi toda la geografía, los buñuelos y los huesos de santo.
Hoy te enseño a preparar huesos de santo, se trata de un dulce de mazapán con forma de canutillo, que se rellena de crema de yema y que están extremadamente ricos.
Hoy en día existen múltiples variantes de esté dulce, empleando diferentes cremas como relleno de coco, chocolate, cabello de ángel o incluso se añade colores y sabores distintos al mazapán.
Aunque su elaboración es sencilla, requiere cierta destreza y tiempo, trabajar el mazapán es delicado.
Aún así os ánimo a que os pongáis manos a la obra y dediquéis una tarde a preparar estás delicias, os aseguro que si os gustan los huesos de santo, los que hagáis en casa os van a enamorar, en mí opinión están increíbles, mejores que los que he probado de los supermercados.
¡Os encantará!
(Salen 30 huesos de santo aproximadamente)
Ingredientes:
Para el mazapán:
250 grs. de almendras molida.
200 grs. de azúcar.
80 ml. de agua.
2 o 3 tiras de piel de limón.
Azúcar glas o azúcar impalpable.
Para la crema de yema:
6 yemas de huevo L.
100 grs. de azúcar.
50 ml. de agua.
Para el glaseado:
100 grs. de azúcar glas.
30 ml. de agua.
Preparación del mazapán:
Ponemos en un cazo el azúcar, el agua y las tiras de piel de limón, ponemos a fuego medio y llevamos a ebullición, dejamos hervir 5 minutos, retiramos del fuego y sacamos las pieles de limón, dejamos reposar de 3 a 4 minutos para que le baje un poco la temperatura.
En un bol amplio y resistente al calor ponemos la almendra molida, agregamos el almíbar poco a poco mientras mezclamos con una cuchara de madera o espátula hasta formar una masa consistente y manejable (tiene que quedar una masa blandita, con bastante humedad y ligeramente pegajosa, no tiene que quedar seca, si no nos será imposible manejarla y se nos rompera).
Ponemos la masa sobre papel transparente (film) y la envolvemos en él formando un cilindro, dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente.
Espolvoreamos con azúcar glas la mesa de trabajo y extendemos el mazapán con un rodillo hasta que tenga un grosor de 2 o 3 milímetros, seguidamente con un palito de brocheta marcamos las líneas típicas de los huesos de santo y cortamos unos rectángulos de 5 centímetros de ancho por 7 centímetros de largo.
Para darles la forma los enrollamos en el mango redondo de una cuchara de madera, presionamos ligeramente en la unión de los bordes formando un cilindro y los sacamos con cuidado porque son muy frágiles y se pueden romper, los vamos colocando sobre papel de hornear donde los dejaremos secar 4 horas mínimo.
Preparación de la crema de yema:
Ponemos en un cazo el azúcar junto con el agua, ponemos a fuego medio y llevamos a ebullición, dejamos hervir 2 o 3 minutos, retiramos del fuego y dejamos reposar de 3 a 4 minutos para que le baje un poco la temperatura.
En un bol ponemos las yemas y las mezclamos con unas varillas manuales, añadimos el almíbar en forma de hilo mientras mezclamos, una vez integrado vertemos la mezcla en un recipiente hondo pasándola por un colador fino, ponemos al baño maría y dejamos cocer sin dejar de remover hasta obtener una crema espesa y consistente (esto nos llevará unos 20 minutos).
Vertemos en caliente en una manga pastelera y dejamos enfriar por completo, luego la metemos en la nevera hasta que la vallamos a usar.
Una vez que los rollitos de mazapán se han secado, los rellenamos con la crema de yema, cortamos la punta de la manga pastelera y la introducimos en el rollito por un extremo, presionamos para llenar el interior, la damos la vuelta y rellenamos por el otro extremo de la misma manera (reservamos).
Preparación del glaseado:
Ponemos el azúcar glas en un plato hondo y añadimos el agua, mezclamos con unas varillas manuales hasta integrarlos (tiene que quedar un glaseado fluido, un poco más ligero que la leche condesada).
Bañamos los huesos de santo de uno en uno, ayudándonos con un par de tenedores, los vamos sacando y dejando sobre una rejilla con un papel de hornear debajo para que escurran el exceso de glasa.
Una vez estén todos los dejamos secar unas 4 horas a temperatura ambiente.
(Se conservan en la nevera dentro de un recipiente con tapa 1 mes).