¡La verdad es que no sabía qué nombre ponerle al plato! ¡jeje! Como veréis, no tiene nada de complicación, pero la mezcla de sabores queda realmente deliciosa y se hace en un plis plas. Además, si tienes un aro de cocina, puedes usarlo a la hora de emplatar y queda la mar de vistoso. ¡No olvides acompañarlo de una buena rebanada de pan para mojar bien y dejar el plato reluciente!
(Ración para 2 personas)
INGREDIENTES:
- 1/2 envase de judías verdes extrafinas en conserva Bonduelle
- 120g de pechuga de pollo
- Salsa boloñesa Buittoni
- 2 Huevos
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
¿Manos limpias? ¡Empezamos!
1. En primer lugar ponemos una cazuela al fuego y cuando el agua rompa a hervir introducimos los filetes de pechuga de pollo. Bajamos un poco la temperatura y esperamos unos 5 minutillos a que se cuezan. El tiempo variará en función dl grosor de los filetes, así que los tendrás que ir vigilando.
2. Una vez hechos, los retiramos del agua y los dejamos enfriar un poco. A continuación, desmenuzamos los filetitos hasta obtener hebras bien finitas y reservamos.
3. Vertemos las judías verdes en una sartén y las calentamos. Preparamos los platos y con la ayuda de un aro vamos montando nuestro nido. Primero, ponemos una base con las judías verdes bien calentitas.
4. Paralelamente, vertemos la salsa boloñesa Buittoni en una sartén (yo usé la mitad del envase aproximadamente) y añadimos el pollo desmenuzado. Removemos bien con una cuchara de madera durante unos minutos y cuando estén los ingredientes bien mezclados y calientes los retiramos del fuego. Añadimos a los platos, y con la ayuda del aro una segunda capa con la mezcla de pollo y salsa boloñesa.
5. Por último, freímos los dos huevos en aceite bien caliente y los añadimos sobre los nidos ya montados.
¡Buen provecho!