Ya se que la presentación no es muy atractiva, aquí hoy he pinchado, pero es que una vez lo estás haciendo, este es el resultado, y no hay más posibilidad de presentación.... eso si, el sabor es riquísimo, os lo aseguro.
Este plato me trae muchísimos recuerdos, era de mis favoritos cuando era pequeña, y a mis hijos les ocurre lo mismo.
Y además es tan sencilla que sólo necesitamos 10 minutos, o menos, para tener una cena improvisada para los más pequeños. Os cuento...
Ingredientes:
Uno o dos huevos
Pan
Margarina salada
1. - Ponemos un cazo con agua hasta que empiece a hervir, en ese momento, utilizando una cuchara sopera, donde colocamos el huevo, lo metemos en el agua hirviendo con cuidado, para que no se rompa.
2. - Lo dejamos hervir durante 3 minutos , y mientras se cuecen, ponemos a los niños a cortar el pan en trocitos en un cuenco.
3. - Ponemos un poco de margarina sobre el pan y nos vamos a por el huevo.
4. - Lo sacamos del agua y con la cuchara le damos un golpe con el canto de la cuchara más o menos por la mitad del huevo, para poder abrirlo en dos.
5. - Dejamos que salga la yema y parte de la clara, a ser posible sobre la margarina, para que se derrita con el calor.
6. Con una cuchara de postre rebañamos la clara que queda pegada en la cáscara.
7. - Lo removemos bien para que todo el pan quede bien impregnado en el huevo, y ....
A comer!!!!!
Está riquísimo!!!!!