No os cuento ningún secreto si os digo que Ali es una magnífica cocinera y que no me ha costado nada preparar los huevos siguiendo sus instrucciones (a penas he modificado la receta), cualquier plato que toméis de su recetario os quedará de vicio. Pero Ali es mucho más, una estupenda compañera y amiga de las que dan todo sin pedir nada a cambio. Gracias Ali por estar ahí (y ole tus huevos).
A estas alturas os estaréis preguntando cómo estaban estos huevos rellenos con su plus de rebozado, y la respuesta es que buenísimos, seguro que los repetiremos en casa más de una vez. Además del chorizo se me ocurren muchísimos rellenos: jamón, espinacas, bacon... ¡estoy deseando probarlos todos!
INGREDIENTES:
8 huevos
2 cucharadas de mantequilla
60 gr de harina
1/2 l de leche
1 pizca de nuez moscada
100 gr de chorizo
huevo batido (el necesario)
pan rallado (el necesario)
aceite de oliva
pimienta recién molida
sal
ELABORACIÓN:
1. Comenzamos cociendo los huevos. Para ello, los ponemos al fuego en una cacerola cubiertos de agua y una pizca de sal. Hervimos durante 12 minutos. A continuación, sumergimos los huevos en agua fría durante un rato y los pelamos.
2. Cortamos los huevos a la mitad, a lo largo, y separamos las yemas de las claras.
3. Cortamos el chorizo en pedacitos pequeños (yo utilicé chorizo en lonchas), y machacamos las yemas de huevo. Reservamos.
4. Ahora vamos a prepar la bechamel.
Ponemos una cacerola a fugo moderado con la mantequilla.
Cuando se derrita agregamos la harina y removemos durante unos minutos para que ambos ingredientes se mezclen y se tueste un poco la harina.
Retiramos del fuego momentáneamente, añadimos la mitad de la leche (yo la pongo templada para que la harina se disuelva más fácil) y removemos constantemente con una varilla manual hasta que no queden grumos.
Llevamos de nuevo al fuego y añadimos el resto de leche poco poco y sin dejar de remover.
Condimentamos con la nuez moscada, una pizca de pimienta y sal al gusto.
Por último, incorporamos a la bechamel el chorizo y las yemas machacadas. Mezclamos bien y retiramos del fuego.
5. Dejamos que la pasta de bechamel se enfríe para que sea más manejable. Luego, rellenamos las claras dando forma redondeada.
6. Rebozamos cada mitad pasándola por huevo batido y pan rallado. Por último, ponemos una sartén al fuego (o freidora) con abundante aceite y freímos en tandas hasta que los huevos estén dorados. Conforme estén, los vamos colocando sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa.
Como veis, se me olvidó hacer la foto friendo los huevos, y tampoco hay foto de cómo queda el interior una vez hechos. Ay, ay, ay... ¡pero qué prisa tenía por comérmelos! Mil disculpas.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook o en Twitter.