Tanto a Monsieur Accidents como a mí nos encanta la película "Amélie". Cuando fuimos a París, hicimos un recorrido de los escenarios de la película.
"Esta es una de esas películas que me da miedo volver a ver.
Me encantaba, pero, en el fondo, sé que fue partícipe de la creación
de la figura de la manic pixie dream girl, esa chica alocada, pero sin
pasarse, que llena de luz la vida de los demás, aunque la suya propia
sea un desastre.
Yo estaba en la universidad y comencé a vestir de rojo y verde.
Afortunadamente, no repliqué su peinado, pero sí que metía la mano
dentro del cajón del maíz de la máquina de palomitas en el cine donde
trabajaba en aquel entonces; hasta la cara llegué a meter. Menos mal
que aquella época pasó; y la moda de las chicas excéntricas secundarias,
también. Pero, por suerte, no ocurrió lo mismo con la crema catalana,
lo más parecido a la crème brûlée de la cafetería en la que
Amélie trabajaba."
En nuestra visita a París, fuimos a desayunar en varias ocasiones a esa cafetería. Recuerdos llenos de imágenes, aromas y sabores que me gustaría revivir.
María nos da su receta de crema catalana, que un postre muy típico de la cocina catalana similar a la francesa crème brûlée y, hoy por hoy, aún no se tiene claro qué postre fue primero en existir.
Hay pequeños matices que las diferencian, por ejemplo, la crema catalana está elaborada con leche, yemas de huevo, azúcar, canela, limón, se cocina al fuego, en un cazo y lleva en su superficie una capa de azúcar caramelizada crujiente. Sin embargo, la crème brûlée está elaborada con nata (crema de leche) líquida, yemas de huevo, azúcar, vainilla, con una cocción más lenta que se termina al baño maría y una fina capa de azúcar tostada en su superficie que le da un punto crujiente.
Los ingredientes que vamos a necesitar para elaborar mi versión de esta receta de crema catalana son:
Para la crema:
1 l de leche
piel de medio de limón
piel de media naranja
1 ramita de canela
8 yemas de huevo
100 g de azúcar
25 g de maicena
1 cucharada de mantequilla
Para caramelizar:
azúcar
Lavamos y secamos bien un limón y extraemos el zeste de 1/4 de limón porque los limones que tengo son del huerto de mis padres y son bastantes grandes. Extraemos dos trozos de piel, solo la parte amarilla. Yo suelo utilizar un pelador. Hacemos lo mismo con la naranja.
De los huevos solo vamos a utilizar las yemas, las claras las reservamos para otra elaboración, como por ejemplo, el flan de claras de huevo, que está buenísimo, si aún no lo has probado, te amino a que lo hagas.
Los 25 gramos de maicena corresponden a 3 cucharadas rasas. A mí me resulta más fácil utilizar la medida en cucharadas.
Preparación:
Calentamos en una olla la leche con la corteza de limón, la de naranja y la canela.
Por otro lado, en un cuenco introducimos las yemas de huevo y las batimos con unas varillas. Agregamos el azúcar y la maicena y mezclamos bien.
Cuando la leche comience a hervir retiramos las pieles de los cítricos y la canela, e incorporamos con cuidado la mezcla de yemas sin dejar de remover. Añadimos una cucharada de mantequilla y, evitando que se nos pegue, cocemos a fuego lento-medio hasta que vuelva a hervir.
Lo vertemos en cazuelitas y lo dejamos que se enfríe a temperatura ambiente sin tapar.
Presentación:
Una vez estén frías, espolvoreamos azúcar y pasamos un soplete para que se cristalice.
Colocamos las cazuelitas en un plato con una cucharita y a disfrutar de este delicioso plato.
Bon appétit!