¿Cual fue la última vez que tomasteis una leche merengada? Ya resulta difícil encontrarla en la carta de las cafeterías y horchaterías. Triste final para una bebida que ha vivido tan buenos tiempos desde el siglo XVIII. Su receta aparece por primera vez en el libro Arte de repostería de Juan de la Mata (1747.)
Si queréis una leche merengada tipo sorbete tenéis que agregar claras y seguir un proceso de congelar-batir que es un poco pesado. De hecho, la leche merengada debe su nombre a que la preparación incluye un merengue que se mezcla con la leche para dar lugar a una textura esponjosa.
Pero en cualquier caso, con la pereza que suscita el calor, siempre podemos tomar la leche fría directamente, sin necesidad de añadir merengue. Esta es la receta que os voy a dar, más rápida y más sencilla pero, os lo advierto, no es la receta canónica. Y también os explico al final como preparar el merengue para añadirlo a la leche para aquellos que queráis trabajar un poco más.
Esta receta lleva poco azúcar, pero si sois golosillos podéis aumentar la cantidad.
Ingredientes
500 ml de leche
La piel de un limón
1 palo de canela
3 cucharadas soperas de azúcar
Canela en polvo
Preparación
Pelad cuidadosamente el limón intentando coger sólo la parte amarilla para que el blanco de la piel no amargue.
Calentad la leche en un cazo junto con la piel del limón, el palo de canela partido en dos y 3 cucharadas de azúcar (unos 45-50 gramos). Cuando alcance el hervor apartad el cazo del fuego y dejad reposar mientras se templa al menos 15 minutos.
Colad la leche tibia para eliminar los sólidos, guardadla en un recipiente con tapa y enfriadla en la nevera.
Cuando esté completamente fría, congelad la leche. Trituradla con la batidora cuando haya empezado a cristalizar y repetid este proceso otra vez. El intervalo de tiempo entre batido y batido puede ser de unas 2 horas, pero depende del tamaño y forma de vuestro recipiente.
Servid en copas o vasos y espolvoread con canela en polvo.
Con merengue
Para los que queráis preparar el merengue hora toca preparar el merengue. Necesitaréis
2 claras de huevo.
2 cucharadas soperas de azúcar
Una pizca de sal.
Poned las claras en un bol con una pizquita de sal y batidlas un poquito con la mano hasta que salga espuma. Ahora batidlas con una batidora eléctrica y, cuando estén duras, incorporad el azúcar y seguid batiendo hasta obtener un merengue firme de forma que si le dais la vuelta al bol no caiga.
Id incorporando poco a poco la leche, cuando esté fría pero todavía no la hayáis congelado, al merengue, y mezcladlo con movimientos suaves con una espátula de cocina, hasta que todo quede bien mezclado y esponjoso. Ahora, podéis congelar la leche merengada. Trituradla con la batidora cuando haya empezado a cristalizar y repetid este proceso otra vez. El intervalo de tiempo entre batido y batido puede ser de unas 2 horas, pero depende del tamaño y forma de vuestro recipiente.