Hace poco os traje la receta de salsa bechamel, y hoy os traigo la receta perfecta para usarla: lasaña! La versión clásica por excelencia: lasaña boloñesa (o bolognesa), con esa salsa de carne y tomate que quita el sentido. Un plato que no necesita presentación, que está tan bueno que sobran las palabras y que encima es más fácil de preparar de lo que parece. Aunque eso sí, lleva algo de tiempo. Sin más, vamos con la receta que me está entrando hambre :)
INGREDIENTES (según número de comensales)
Placas para lasaña (yo usé las precocidas de carrefour, que no necesitan ni siquiera remojo. Se ponen directamente en la fuente. Son muy cómodas)
Salsa bechamel (pincha sobre el ingrediente para ver la receta)
Salsa de tomate casera (pincha sobre el ingrediente para ver la receta)
Carne picada de ternera
Cebolla
Sal
Orégano
Aceite de oliva
Queso para gratinar (el que os guste)
PREPARACIÓN
- Primero preparamos la salsa boloñesa. Para ello, ponemos a dorar en una sartén con un poco de aceite de oliva la cebolla picada.
- Cuando esté lista, añadimos la carnes y salpimentamos al gusto. Dejamos que la carne se dore un poco sin que se haga demasiado.
- Incorporamos la salsa de tomate y orégano, y removemos bien. Dejamos cocinar unos minutos, hirviendo suave,hasta que la carne esté hecha del todo. Tapamos y reservamos.
- Ahora vamos con la salsa bechamel, que prepararemos según la receta que traje hace poco. Link aquí.
- Una vez lista la salsa bechamel pasamos a montar la lasaña. En una fuente apta para horno ponemos una capa de bechamel. A continuación ponemos las placas de lasaña. Entonces cubrimos con una capa de salsa de carne y le añadimos un poco de bechamel. Cubrimos con otra capa de placas de lasaña y y otra de carne. Otra más de lasaña y otra de carne y terminamos cubriendo cn el resto de salsa bechamel.
- Por último añadimos el queso rallado o el polvo para gratinar y metemos al horno a 200 - 210ºC durante unos 25 minutos. Los últimos minutos podemos subir la bandeja y activar el grill si no se ha dorado mucho, aunque no suele hacer falta. Dejamos enfriar ligeramente, que no queme, antes de servir y disfrutar. Qué os voy a decir... seguro que ya sabéis lo riquísima que queda. Superior!
Qué la disfrutéis! J
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