Hace ya unos meses, creo que allá por principios de verano, compartía por las redes una foto de esta lasaña recién hecha y en la pequeña encuesta que lancé para ver si queríais la receta salió que sí. Como empezó el calor y la pereza de encender el horno pensé que sería mejor guardarla para cuando las temperaturas fueran más amables y ahora al fin ha llegado ese momento.
Las últimas veces que he ido al mercado había muchísimas berenjenas de todos los tipos y tamaños, habéis visto las que son blancas y las moradas mezclado con blanco que parecen pintadas? Son preciosas...
Me encanta usar berenjenas en platos árabes, asiáticos y especiados, hay muchos tipos de diferente colores y formas, de hecho los hay que aquí no encontramos, como la berenjena guisante tailandesa, que es minúscula y verde.
En currys, sopas y salteados... la berenjena queda deliciosa, es una hortaliza que absorbe muchísimo aceite por lo que es preferible cocinarla con otras técnicas como al vapor, al horno, a la brasa o al microondas como haremos en un pispás para esta receta...
En esta lasaña, las láminas de berenjena sustituyen las típicas placas de pasta. En otra ocasión compartí esta otra receta de lasaña de endivias con tempeh también usando el mismo principio y que queda súper rica.
La berenjena se compone básicamente de agua en más de un 90%, contiene algunas vitaminas como el ácido fólico y minerales de entre los que destaca el potasio. Contiene solanina al igual que la patata, un compuesto tóxico si se comen crudas, por lo que siempre se deben cocinar.
Éste también hace que tengan ese sabor amargo característico, el cual se puede eliminar dejando macerar un poco las berenjenas con sal por encima. Simplemente cortala en lonchas, esparce sal por encima y así capa tras capa, puedes poner un colador debajo para que vaya drenando el líquido que irá soltando. Después enjuaga con agua fría para retirar el exceso de sal y listo.
La salsa de tomate la he preparado de varias maneras en cuanto al tomate usado, según lo que tenía a mano y tanto con el tomate pera como con el frito natural queda muy bueno. La única diferencia es que si usas el tomate fresco deberás pocharlo junto con el resto de ingredientes de la salsa. Si lo usas ya hecho frito, puedes añadirlo solo al final.
Esta misma receta queda también deliciosa si sustituyes la berenjena con calabacín, o si combinas ambas. Es una receta vegana, sin gluten ni lácteos, pero que puedes adaptar a tu gusto usando la leche que tengas habitualmente y queso para gratinar.
RECETA DE LASAÑA DE BERENJENAS
INGREDIENTES
1 berenjena grande
1/2 cebolla
10 champiñones pequeños o 5 grandes
4 ajos pelados
4 tomates pera triturados
2 ramas de albahacha fresca
Comino, cilantro y cúrcuma en polvo (al gusto)
2 puñados de espinacas frescas
Queso vegano o normal y/o levadura nutricionalPara la bechamel
1 cup/taza/250ml de leche de almendra u otra
2 cucharadas de harina de arroz integral
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Nuez moscada en polvo
Pimienta negra molida
Sal
ELABORACIÓN
Precalienta el horno a 200ºC. Sigue los sencillos pasos que explico más arriba para quitar el amargor de las berenjenas.
Pica muy fino los champiñones, el ajo y la cebolla.
Sofríe en una sartén con aceite de oliva junto con el tomate triturado, hasta que esté bien pochado. Añade las espinacas y remueve hasta que estén hechas.
Añade la albahaca picada y deja pochar unos 5 minutos más.
Ahora hacemos la bechamel. En un cazo pequeño pon el aceite de oliva y la harina a fuego medio-alto, cuando empiece a calentar vierte poco a poco la leche y ve mezclándo enérgicamente con una varilla para que no se formen grumos, sazona con sal, pimienta y nuez al gusto y sigue mezclando continuamente hasta que esté bien espesa y cremosa.
Corta la berenjena en lonchas finas alargadas. Metela en una bandeja o plato para microondas y cocina 2 minutos. Seguramente necesites llenarla varias veces según lo grande que sea la berenjena.
Ahora ve montando capas para hacer la lasaña en una fuente para horno, yo uso una rectangular de pirex. Primero una capa de berenjena, después una de salsa de tomate, después otra de bechamel... y así hasta terminar en la ultima con una buena capa de bechamel y cubre con queso y/o levadura nutricional para el saborcito a queso.
Mete al horno unos 15 minutos o hasta que esté gratinado.
Fuente: este post proviene de Blueberries and Olives, donde puedes consultar el contenido original.
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