Así es como la abuela Carmela hacía su "Leche Frita", me gustaba mirar como la hacía, cuando en las primeras tardes de Semana Santa, ponía una olla en el fuego con la leche, la harina y el azúcar, y no podía parar de mover para que no se hiciesen grumos.
Bajaba su vecina del quinto con todos los ingredientes, cansada de hacer intentos, decía que no le salía la masa igual, que la que ella hacía no estaba buena y Carmela (así llamaba yo a mi suegra por aquel entonces hace más de treinta años), le preparaba también la suya.
Tardes que quedan en el recuerdo y recetas que nos gustan mucho y que intentaré que no se pierdan haciéndolas cada año, mientras recordamos a estas personas entrañables que ya no están con nosotros.
Los ingredientes los tengo en cantidades grandes para que salga un buen plato para mínimo 6 personas. Se pueden dividir y hacer menos cantidad.
Esta es la receta original, no lleva canela en rama, ni cáscara de limón, ni vainilla, ni maicena, ni huevos.... Era la receta que hacían en su casa, su madre y su abuela y os aseguro que está tan rica que no necesita enrriquecerla con nada.
Ingredientes
1,5 litros de leche a temperatura ambiente.
200 gr de azúcar.
400 gr de harina de trigo normal de todo uso.
Aceite para freir (yo, de oliva virgen extra).
Canela molida y azúcar para rebozar.
Así se hace...
Pon la mitad de la leche en un bol y mezcla la harina con unas varillas (intenta que no queden apenas grumos batiendo energicamente). Pon una olla lo suficientemente amplia al fuego con el resto de la leche y añade la mezcla que hemos hecho de harina y leche pasándola por un colador para quitar posibles grumos de harina cruda. Mantener a fuego medio (en mi placa de inducción al 5) sin dejar de remover con una cuchara de madera o varillas (primero con varillas y cuando empieza a espesar pasar a la cuchara de madera y cuando ha espesado del todo (que es cuando empieza a hervir) volvemos a utilizar las varillas).
Cuando empieza a hervir añadimos el azúcar y bajamos el fuego (en mi placa de inducción yo lo he tenido en el 3), y mantenemos removiendo sin parar (se pega con facilidad es importante no parar de mover) unos 10 minutos para que la harina cueza y no tenga sabor a cruda.
Poner la mezcla en una fuente de horno plana untada con unas gotas de aceite para que no se pege (o si la vas a freir en el momento échala sobre mármol), y déjala con el grosor deseado (a nosotros nos gusta fina; así la hacía mi suegra). Ponle papel transparente cubriéndola para que no haga costra. Guárdala en el frigorífico si quieres freirla al día siguiente.
Corta en cuadraditos y directamente a freir en aceite caliente. La masa ya está cocida, es simplemente dorar y sacar y poner sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Pasar los trocitos ya fritos por una mezcla de 2 cucharadas soperas de azúcar y media de canela molida (si te falta de esta mezcla la vas haciendo sobre la marcha para que no te sobre).
Lista para comer