Para este reto vamos a elaborar todo un clásico de la repostería pero, ¿cuál es su origen? Según cuentan los historiadores, el lemon Pie se ha elaborado desde la época Medieval. Se dice que era uno de los postres más usuales en los banquetes ofrecidos por la reina Elizabeth de Inglaterra, por lo que se supone que su origen es inglés.
Esta receta viajó con los colonos a América del Norte pero fue una alumna de la cocinera estadounidense Elizabeth Goodwell la que popularizó este pastel de limón, tal y como lo conocemos hoy en día, con su capa de merengue.
Hay más teorías sobre quién inventó el lemon pie, pero lo que si sabemos es que es todo un clásico que está delicioso. Si aún no lo has probado, sigue leyendo y acompáñame en su elaboración.
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
Para la masa quebrada:
250 g de harina de repostería
125 g de mantequilla
100 g de azúcar
1 huevo
2 g de sal
esencia de vainilla
Para la crema de limón:
1 limón
75 ml de zumo de limón
75 ml de agua
200 g de azúcar
4 huevos
30 g de almidón
75 g de mantequilla
Para el merenge italiano:
125 ml claras de huevo
260 g de azúcar
50 ml de agua
En cuanto a la harina, podemos sustituirla por otra sin gluten, de esta manera los celiacos podrán disfrutar de esta tarta también.
Para que las personas que tengan problemas con la lactosa también puedan servirse un trozo de esta tarta, podemos sustituir la mantequilla por otra que no tenga lactosa.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es elaborar la masa de la tarta, para ello, preparamos un bol con un poco de aceite de girasol.
Introducimos en un bol la harina y la mantequilla y trabajamos ambos ingredientes con las manos. A continuación, agregamos el resto de los ingredientes, mezclamos hasta conseguir una masa homogénea y formamos una bola.
Colocamos la bola de masa en el bol que tenemos preparado con un poco de aceite, tapamos con film y dejamos reposar en un lugar cálido.
En otro bol mezclamos un poco de harina y azúcar glas. Elegimos un molde y lo encamisamos sin añadir grasa. Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Espolvoreamos un poco de mezcla de harina y azúcar glas en la superficie de trabajo. Sacamos la masa del bol y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta que esté fina. A continuación, la colocamos con cuidado en el molde y pinchamos con un tenedor la base. Ponemos papel de plata y unos garbanzos u otro objeto de peso.
Llevamos al horno y horneamos durante unos 15 minutos a una altura media baja. Quitamos el papel de plata con el peso y horneamos durante 5 minutos más.
Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez que esté fría la masa desmoldamos.
Ahora, nos ponemos con la crema de limón, aunque también podemos elaborarla mientras la masa está reposando. Para ello, lavamos y secamos bien el limón. Rallamos la piel, solo la parte amarilla y exprimimos su zumo. Tamizamos la maicena y reservamos también.
Vertemos el zumo de limón y el agua en un cazo que ponemos al fuego. Agregamos la ralladura de limón e infusionamos.
Cascamos los huevos y los introducimos en un bol, añadimos el azúcar y el almidón y mezclamos.
Colamos el zumo infusionado sobre la mezcla anterior sin parar de remover con unas varillas. Colamos nuevamente la mezcla introduciéndola en un cazo limpio que ponemos al fuego. Cocemos, sin dejar de remover con las varillas, hasta que tenga la consistencia deseada. Apartamos del fuego, agregamos la mantequilla y removemos hasta que la mantequilla esté integrada. Vertemos la crema en una bandeja o bol, tapamos con papel film a piel, metemos en la nevera y dejamos enfriar.
La siguente elaboración es el merenge. Lo primero es preparamos una manga pastelera con boquilla estirada para cuanto tengamos el merenge hecho.
A continuación, elaboramos un jarabe, para ello, introducimos el agua y el azúcar en un cazo que ponemos el fuego. Cocemos hasta conseguir una jarabe de hebra fuerte. Apartamos del fuego y dejamos atemperar.
Cascamos los huevos, los desclaramos, introducimos en un vaso de un procesador de alimentos las claras y reservamos las yemas para otra elaboración. Montamos las claras hasta la mitad y agregamos el almíbar en forma de hilo a las claras sin dejar de batir. Batimos hasta que quede una mezcla homogénea con la consistencia deseada y pasamos a la manga pastelera que tenemos preparada.
Ahora solo nos queda montar nuestra tarta. Sacamos la crema de limón de la nevera y mezclamos con unas varillas. Introducimos la crema en una manga pastelera sin boquilla.
Llenamos la tartaleta con crema de limón, extendemos la crema con ayuda de una espátula y alisamos la superficie. Cubrimos toda la crema de limón con el merengue formando unos piquitos y doramos los piquitos de merengue con un soplete.
Presentación:
Pasamos a una base de tarta o plato de presentación que llevamos a la mesa. Servimos en platos individualmente.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de la elaboración? En cuanto a la pasta quebrada, no mezclar mucho la harina para que no genere gluten. Para la crema de limón, tener cuidado con los grumos al cuajar. Y con respecto al merengue, tener cuidado de que el jarabe no llegue a 120ºC y, para que el almíbar no se pegue en las paredes del cazo y endurezca, pintar las paredes del cazo con agua con ayuda de una brocha; tener cuidado con el exceso de batido; para que enfríe más rápidamente, poner un trapo de cocina con hielo; y cuidar que no se queme el merengue en exceso con el soplete.
¿Has probado esta delicia de pastel? ¿Cómo lo sueles hacer? ¿Conocías su historia?
Si te gusta los cítricos tanto como a mí y el merengue, no debes de dejar de probar el lemon pie, te va a encantar. Es una tarta con diferentes texturas, colores y aromas que la hace única.
Bon appétit!