El bacalao me encanta, y es bastante evidente porque ya tengo publicadas casi 20 recetas en el blog, y aún me quedan muchas más que no he puesto y que suelo hacer en casa, con el bacalao no se falla nunca.
El bacalao en salazón es el que más me gusta; aunque también se consume fresco, este es el que más suele utilizarse en las cocinas españolas.
Sus características nutritivas se multiplican cuando se produce el proceso de deshidratación típico de los salazones. En seco, tres cuartas partes de su peso son proteínas de alta calidad, sin contener apenas grasa. Después de desalado sigue siendo un producto de mayor riqueza en nutrientes que el bacalao fresco.
Ingredientes:(3 personas)
3 lomos de bacalao desalado.
2 pimientos rojos.
Harina para rebozar.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Modo de hacerlo: Si tienes el bacalao en salazón tienes que desalarlo primero, pincha aquí y verás como se hace.
Vamos a asar los pimientos:
Lava y seca los pimientos. Precalienta el horno a 180º.
Parte cada pimiento en 4 trozos y quita las pepitas.
Coloca los pimientos en una fuente y echa un chorrito de aceite sobre ellos, úntalos bien con las manos por todos los lados, eso te ayudará después para pelarlos.
Pon la fuente con los pimientos en el horno y ásalos hasta que estén hechos pero no demasiado, unos 20 minutos.
Cuando estén tibios, quita la piel, sazona y reserva.
Vamos con el bacalao:
Seca los lomos con papel de cocina y rebózalos en harina, sacude para que caiga el exceso.
Pon una sartén al fuego con aceite de oliva, cuando esté bien caliente pon los lomos y fríelos por cada lado durante unos 5 minutos hasta que estén dorados.
Cuando los saques ponlos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Para servir:
Coloca en un plato o fuente los lomos de bacalao con la piel hacia abajo y pon sobre ellos 2 o 3 trozos de pimiento asado.
Echa un chorrito de aceite de oliva por encima del pimiento y sirve.
Espero que te guste.