Si, en alimentación las cosas al parecer funcionan así, las redes sociales, mandan e Instagram parece ser el marcador de tendencias alimentarias…avena, aguacate, sésamo, chía y ahora le toca al “boniato”
Os voy a ser sincera, toda mi vida he visto comer, “boniatos”, sin embargo yo jamás consentí en probarlo.
Ahora al cabo de los años, resulta que veo unas fotos por IG y me decido a probarlos, y sorpresa, ¡¡me han gustado!!, de modo que por fin tenemos algo positivo del poder de las redes sociales, les aplaudiremos, si estas sirven para qué comamos mejor.
Las nuevas corrientes de comida sana y vegetariana están entrando fuerte en nuestras vidas y alimentos como este tubérculo que no gozaba de mucha popularidad, hoy están de moda y además de temporada.
Boniato…¿superalimento?
Lo consideran superalimento pues al parecer tiene una alta densidad de nutrientes, lo que es bastante cierto.
Sin embargo el prefijo “super” es tan merecido en el boniato como en la patata, la calabaza, la zanahoria o cualquier verdura u hortaliza que podamos consumir.
Las diferencias nutricionales entre unos y otros a veces son inapreciables, lo que a uno le falta, muy probablemente lo complementaremos con otra verdura, fruta u hortaliza, es por ello que resulta fundamental una dieta lo más variada posible.
Esto no significa, que no podamos conocer los beneficios que nos aporta el consumo de los alimentos, cuando además se encuentran en temporada.
El otoño… fuente de antioxidantes
Casi todos relacionamos esta estación con un color y lo encontramos en el naranja, y por supuesto nuestro boniato presenta un bonito color anaranjado, existe otra variedad donde la pulpa de este es de color más amarillento.
El color anaranjado, nos indica que dicho alimento, es rico en provitamina A o betacaroteno.
Destacar que la variedad blanca, es más rica en almidón y tiene menos azúcares, es menos dulce y carece de la provitamina A.
Patata vs Boniato
Ambos tubérculos son muy parecidos nutricionalmente, pero son muchos lo que piensan que este, por estar de moda, es más sano y realmente no es así.
Energeticamente, el boniato contiene más cantidad de hidratos y por ello resulta un poco más calórico que la patata, aunque no existe una gran diferencia.
El contenido en minerales como calcio y potasio es un poco mayor, en el boniato.
Y el aporte en fibra es igual para ambos tuberculos.
En lo que sí, se observa una importante diferencia con la patata, es en la cantidad de provitamina A o carotenos, donde el boniato, sobretodo el de pulpa anaranjada, presenta grandes cantidades, por tanto su consumo resulta una buena fuente de antioxidantes.
Destacan en el boniato las vitaminas del grupo B, especialmente el acido fólico o vitamina B9 y la B1, B2, B5 y B6.
El aporte de minerales, como el hierro, potasio, manganeso y cobre, es importante.
La conclusión es sencilla, tan saludable resulta una patata como lo puede ser un boniato.
El cocinado…marca la diferencia
Si realmente nuestra intención es comer de manera saludable, elegir el modo de cocinado más adecuado para el producto seleccionado, marcará la diferencia, ya que el aporte calórico será mucho más elevado por ejemplo cuando freímos, que cuando asamos o cocemos.
El cocinado de este, de manera lenta en el horno y a baja temperatura, es perfecto para potenciar todo el sabor dulce, además resulta adecuado tanto para recetas dulces como saladas.
Puedes preparar simplemente boniatos al horno, sin necesidad de nada más, y verás como su sabor será realmente delicioso.
También puedes elaborar unos chips de boniato, coge una mandolina y haz rodajas lo más finas posibles, adereza con un poquito de pimienta, AOVE y sal, mete al horno y conseguirás un saludable aperitivo.
Y si las cortas como palitos obtendrás la versión tipo patatas fritas, mucho más saludables de este modo y lo podrás utilizar como una estupenda guarnición de cualquier plato.
En guiso de lentejas, garbanzos… usa el boniato y le dará un toque muy especial a tu plato.
Otra opción es, extraer la pulpa de estos cuando lo saques del horno y podrás realizar increíbles rellenos para empanadas, o usar para elaborar suaves cremas, o incluso rellenar estos con por ejemplo setas, que también están de temporada.
Si los métodos de cocción o recetas en las que los incluimos son sanas y equilibradas, estos, sólo aportarán beneficios
Si de verdad quieres comer saludable opta siempre por el cocinado de este al horno o en guisos…
Fuente: este post proviene de Aprender a Comer Bien, donde puedes consultar el contenido original.
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