Os presento a un auténtico lobo de mar. Cuerpo alargado, carne blanca, con el dorso tirando a oscuro. Boca grande con una mandíbula inferior prominente. Labios carnosos. Ha recorrido unos cuantos mares. Le gusta el Mediterráneo pero también el Cantábrico. Rehuye aproximarse mucho a la costa porque sabe que ahí está el peligro. Es rápido, demasiado rápido para sus enemigos. Es voraz. Un devorador insaciable. Se le considera un depredador. Su nombre deriva del latín “lupus” que significa “lobo” y entre la gente de la mar se le conoce como “lubina”. En estado salvaje puede pesar tres quilos o más. Desde hace unos años se le ha domesticado al estar recluido en piscifactorías marinas. Ahora su peso está entre los 300 y los 500 gramos. Un tamaño ideal para ser cocinado y degustado porque su carne es muy sabrosa. La forma clásica y más sencilla de cocinarlo es al horno sobre una base de patatas y cebolla. Si se cocina así, no es necesario quitarle las escamas ya que una vez hecho la piel puede levantarse toda entera sin problema.
RECETA
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INGREDIENTES
Una lubina de unos 600 g
Patatas
Cebollas (pueden ser blancas o moradas)
Tomates cherry
Aceite de oliva
Sal
Un vasito de vino blanco
Medio limón
2 dientes de ajo laminados
Una guindilla
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PREPARACIÓN
En una fuente de horno poner una capa de patatas cortadas en rodajas, encima otra de cebolla. Poner un poco de sal y rociar con aceite de oliva y el vasito de vino blanco y meter en el horno previamente calentado a 160º durante 30 minutos.
Salar la lubina y ponerla encima de la capa de las patatas y cebolla, echar un poco más de aceite sobre la lubina y meter en el horno ahora a 170º durante 25 minutos.
Ocho minutos antes de terminar el tiempo, añadir los tomatitos.
En una sartén poner un poquito de aceite de oliva y sofreír los ajos laminados con cuidado de que no se quemen y la guindilla cortadita (le da un punto picante agradable, pero si no os gusta la podéis eliminar).
Una vez que el pescado esté en su punto (que sabréis cuando al levantar con un cuchillo por dentro, la parte central se despega la carne de la espina).
Echar el aceite con los ajos y la guindilla por encima y servir caliente.