Ingredientes:
4 macrolepiotas.
2 ajos.
aceite de oliva.
sal y pimienta.
Limpiamos nuestras macrolepiotas y las cortamos en triangulos con tamaño de bocado.
En una sartén ponemos 3 cucharadas de aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, freímos en el los ajitos laminados. Cuando estén dorados y crujientes, los separamos, los ponemos en papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y los reservamos.
En esa misma aceite, que tiene ya sabor y aroma de ajo, freímos las macrolepiotas cortadas, y con un toque de pimienta, hasta que estén doradas a fuego medio-alto. Puede que al inicio suelten un poco de agua, si es así, podemos retirarla o esperar a que se evapore y empiecen a dorarse los trozos de seta.
Cuando veamos que las macrolepiotas están en su punto, les añadimos los ajos que teníamos reservados y un poco de sal.
Opcionalmente, y si hemos puesto muy poca sal anteriormente, podemos añadirles unas escamas de sal Maldon en el momento de servirlas, les da un toque crujiente y sabroso.
No necesitan nada más, a la mesa con ellas antes de que se enfríen y pierdan el crujiente y…..a disfrutar!