Se nos ocurrió hacer este plato en pleno verano porque el bonito está justo en su mejor momento entre los meses de junio y septiembre cuando los arrantzales vascos lo pescan en aguas del Cantábrico. Estaba bueno, pero sudamos la gota gorda porque la temperatura del Mediterráneo no es la misma que la del norte peninsular. Creemos que hubiera estado mejor degustar el marmitako con la llegada de los primeros fríos o, como mínimo, con la ausencia de los rigurosos calores. El marmitako es un guiso de bonito con patatas, pimiento verde, pimiento choricero, cebolla y tomates cuyo origen se halla en los pescadores de Asturias, Cantabria y el País Vasco. La palabra tiene su origen en la “marmite” francesa, que no es otra cosa que una olla metálica. El sufijo “tako” en euskera quiere decir “lo que hay”, o sea “lo que hay en la olla”. Es un plato típicamente marinero que solía hacer el cocinero del barco con unas patatas y el bonito recién pescado. Eso ya daba suficiente energía para seguir faenando. Luego sólo había que poner rumbo al puerto.
RECETA
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INGREDIENTES
500 g de bonito del norte cortado a dados
500 g de caldo de pescado
700 g de patatas
Aceite de oliva
Una cebolla
2 dientes de ajo
3 tomates maduros
2 pimientos verdes
Una cucharadita de pimentón de la Vera
Una cucharada de pimiento choricero
Un chorrito de vino blanco (50 g)
Una guindilla o chile (opcional)
Una ramita de perejil
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PREPARACIÓN
Rallar los tomates y freír en una sartén con un poco de aceite hasta que quede una salsa concentrada. Reservar.
Cortar la cebolla, los pimientos verdes y los ajos en trocitos pequeños.
Poner aceite en una cazuela y cuando esté caliente sofreír las verduras, añadir el tomate frito y el pimentón e inmediatamente el vino blanco y dejar reducir un minuto.
Añadir el caldo de pescado y la cucharada de pimiento choricero y la guindilla o chile (si es que os gusta un poco picante) esperar a que empiece a hervir.
Mientras tanto pelar, lavar y chascar las patatas. Agregar estas a la cazuela y hervir durante unos 15 minutos. Rectificar de sal.
Salar un poquito los trozos de bonito e incorporarlos a la cazuela y dejar hervir unos tres o cuatro minutos. Retirar del fuego, tapar la cazuela con una tapadera y dejar reposar unos minutos. Cortar la ramita de perejil y espolvorear por encima y servir caliente.