Gracias a mis amigos de Pescanova pude haceros esta receta con sus deliciosos mejillones ya cocidos y envasados en su jugo, que se pepara en un instante y está cargadita de sabor.
Realmente son como unos "tigres" deconstruidos y sin pasar por el empanado final, pero así son menos calóricos y no tenemos que ensuciar la cocina con la fritura final.
En casa se relamieon y quedan estupendamente como entrante o como un aperitivo o picoteo informal para comidas o cenas. ¿Te atreves con esta estupenda receta?
Para 4 personas:
1 paquete de mejillones al natural de Pescanova (o 1 kg de mejillones frescos)
1 puerro
1 pimiento verde italiano
1 diente de ajo
1 cebolleta o cebolla
aceite de oliva virgen extra
1 vasito de vino blanco
panko o pan rallado normal
perejilPara la bechamel de tomate:
50 g de harina (2 cucharadas soperas)
2 cucharadas de aceite de oliva y una nuez de mantequilla
500 ml (medio litro) de leche entera
2 cucharadas de salsa de tomate frito
un poco del jugo de los mejillones cocidos
Se pone en una sartén un poco de aceite de oliva y se pocha en él la cebolleta y el puerro muy picados y el pimiento verde, lavado, despepitado y picado en dados. Se salpimenta.
Se van retirando los mejillones de sus conchas, reservando el líquido de la cocción. Si se hace con mejillones frescos, se lavan, se limpian a conciencia y se ponen en una cazuela al fuego con un vaso de vino blanco hasta que se abran las conchas.
Se van cortando los mejillones en trocitos y se añaden a la mezcla de verduras que estaba pochándose despacito.
Se añade un poco de vino blanco, se rectifica de sal (no hay que pasarse) y se deja que se cocinen un rato junto con las verduras (hasta que se evapore el vino).
Precalentamos el horno, con calor arriba y abajo, a 180ºC o ponemos, simplemente el gratinador.
Se retiran del fuego y se rellenan, con la ayuda de una cucharita, las medias conchas de mejillón:
Se colocan en la bandeja del horno encima de un papel de horno. Pasamos a hacer la bechamel.
Se pone en una cazuela o sartén el aceite de oliva junto con un poco de mantequilla:
Una vez desecha la mantequilla y caliente la grasa, se añade de golpe la harina y se remueve enérgicamente para hacer una bola (roux) sin grumos:
Se incorpora, poco a poco, la leche caliente para ir ligando la masa:
No se añade más leche hasta que no esté incorporada muy bien toda la que echamos antes. Se salpimenta, se añade un poco del caldo de cocción de los mejillones, se remueve y se incorpora la salsa de tomate:
Una vez hecha la bechamel de tomate, se cubren los mejillones con un poco de la salsa:
Se espolvorean con un poco de panko (pan rallado grueso japonés) o con pan rallado norrmal, o queso si preferís y se introducen en el horno caliente a gratinar.
Se sirven muy calientes, espolvoreando con perejil fresco lavado y picado o con cilantro fresco. Se comen con ayuda de una cucharita: