Los mejillones son moluscos de concha ovoide y color oscuro casi negro. Cualquiera que sea la forma de prepararlos, hay que rasparlos cuidadosamente y lavarlos bien. Se ponen en un recipiente a fuego vivo, sin agua, hasta que se abran. Debido a que en multitud de ocasiones los criaderos se encuentran en las aguas de los puertos, pueden contener microbios patógenos, por lo tanto se suelen vender depurados y con control de sanidad. En caso de duda, es conveniente añadir al agua soltada un poco de bicarbonato o vinagre. Conviene consumirlos muy frescos. Los mejillones se prestan a variadas preparaciones culinarias y son tiernos y sabrosos. Solos al vapor están buenísimos y si le añadimos una salsa como ésta, ya ni os cuento.
Los mejillones existían ya hace 100 millones de años en las aguas costeras de la actual Región de Murcia, como queda demostrado en los fósiles localizados en el Parque Regional del El Valle de Carrascoy. De su consumo hay constancia en la Cueva de los Aviones, con restos del Paleolítico y en la Cueva de los Mejillones del Cabezo del Horno (Dolores de Pacheco, Los Alcázares). Hoy día se producen en Galicia a nivel comercial en las bateas de madera con cuerdas colgantes.
Con esta recta participo en el reto de La Cocina TS del mes de Septiembre, #marineroentierraTS, esta vez de la mano de Noemí, de Todocooking
Ingredientes:
1 Kgr de mejillones1 diente de ajo
1 guindilla cayena
30 mililitros de vino blanco
1 cucharada de harina
sal
100 mililitros de agua
una cebolla
2 cucharadas de aceite de oliva
perejil
Preparación:
Limpiamos bien los mejillones, los colocamos en una olla con la mitad del vino blanco. Tapamos la olla y esperamos hasta que todas las conchas estén abiertas.Retiramos del fuego y vamos separando las valvas de los mejillones de manera que quede la carne en una valva. Los reservamos.
Pelamos y picamos el diente de ajo, la cebolla y lavamos el perejil. En una cazuela baja, ponemos el aceite de oliva y la guindilla. Cuando coja temperatura incorporamos la cebolla y el perejil, rehogamos unos tres minutos y vertemos el resto de vino y esperamos hasta que evapore el alcohol.
Añadimos la harina y vamos removiendo con unas varillas y vertemos el agua poco a poco hasta conseguir una salsa homogénea y espesa.
Trituramos toda la salsa para conseguir un verde más intenso y cocemos durante 10 minutos más.
Ahora con una cucharilla vamos rellenado cada una de las valvas de mejillón y servimos caliente.
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