Hay ocasiones en las que tienes que quedar bien porque tienes invitados para una cena, y no sabes qué vas a preparar.
Esta puede ser una receta para ocasiones, pero también puedes prepararla en cualquier momento.
Es una receta fácil pero un poco entretenida, pero merece la pena.
Esta receta la probé por primera en un bar de Madrid y me quedé encantada.
Parece ser que se le da ese nombre porque suelen hacerse picantes, pero a mí particularmente me gustan suaves.
Para hacer mejillones tigres os recomiendo que los escojáis grandes y frescos.
Otra ventaja que tiene es que se puede hacer una cantidad grande y congelarlos.
Ingredientes
1/2 Kg de mejillones.
1/2 cebolla.
1 vaso de caldo de cocer los mejillones.
1 vaso de leche.
70 gr. de harina.
1 vasito de aceite.
1/2 cucharadita de pimentón
1/2 cucharadita de pimienta blanca
Un poco de perejil.
1/2 cucharadita de sal.
Para el rebozado:
1 huevo.
Harina.
Pan rallado.
Elaboración
Se cuecen los mejillones al vapor con un poco de agua.
Una vez cocidos se separan de las cáscaras y se reserva el caldo.
En una sartén se pone un vaso de aceite y cuando esté caliente se frie la cebolla previamente picada.
Se le añade la harina y dejamos que se tueste un poco.
A continuación se le añade la leche y el caldo de cocer los mejillones.
Removemos hasta conseguir una bechamel.
Añadimos la pimienta, el pimentón, la sal, y el perejil picado.
Luego le unimos los mejilloes picaditos, hasta conseguir una pasta que se separe de las paredes del recipiente.
Dejamos enfriar la pasta y vamos rellenando las cáscaras de los mejillones.
Lo dejamos enfriar durante dos horas.
Ahora los vamos a empanar a la milanesa.
Primero los pasamos por harina, seguidamente por huevo batido y por último por pan rallado.
Si queremos los podemos freir en abundante aceite o bien si son muchos, congelarlos y sacarlos para cuando los vayamos a consumir.
Espero que os guste mi receta.