Aunque la mejor forma de apreciar su sabor es simplemente cociéndolos al vapor y aliñándolos con unas gotas de limón, hoy os traigo una receta que queda muy rica y suele servirse como aperitivo: los mejillones tigre. Su nombre está relacionado con el origen picante del plato, pudiendo encontrar tigres "a secas"(poco picantes) o tigres rabiosos (queman en la lengua). Los míos a penas pican, pero podéis adaptar la cantidad de guindilla o incluso suprimirla según vuestras preferencias.
INGREDIENTES
1 kg de mejillones de Galicia
1/2 vaso de vino blanco
2 hojas de laurel seco
1 cebolla
1 diente de ajo
250 ml de leche
200 ml del caldo de cocer los mejillones
30 gr de mantequilla
30 gr de harina
1/4 de guindilla
aceite de oliva suave
pimienta molida
sal
Para el rebozado:
harina
2 huevos batidos
pan rallado
ELABORACIÓN:
1. Lavamos los mejillones en agua fría. Si alguno estuviese abierto los descartamos.
2. En una olla echamos el vino, el laurel y los mejillones. Tapamos la olla y llevamos al fuego hasta que los mejillones se abran.
3. Escurrimos los mejillones y reservamos el caldo de la cocción previamente colado. Dejamos que enfríen y los separamos de las conchas, reservando la mitad de estas para la presentación. Picamos los mejillones en trozos menudos, sin olvidarnos de quitarles los pelillos del interior. Reservamos.
4. Ponemos al fuego una sartén grande con la mantequilla. Cuando esté caliente añadimos la cebolla y el diente de ajo picados muy fino. Rehogamos y agregamos la guindilla y la rama de perejil picadas. Damos un par de vueltas e echamos la harina, removiendo para que se mezcle y se tueste durante un par de minutos. Incorporamos la mitad de la leche templada, sin dejar de dar vueltas para evitar los grumos y que nos quede una buena bechamel. Conforme la mezcla espesa iremos añadiendo más leche y el caldo.
5. Una vez que hayamos conseguido una textura cremosa se agregan los mejillones picados y se salpimenta. Mezclamos bien y dejamos enfriar.
7. Ahora tenemos que rellenar las conchas con la bechamel de mejillones, ayudándonos de una cuchara. A continuación, preparamos tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado. Rebozamos los mejillones pasándolos por la harina, el huevo y el pan rallado, en este orden.
8. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite. Freímos los mejillones colocándolos con la concha hacia abajo y regándolos con aceite por encima, con ayuda de una espumadera. Así evitaremos darles la vuelta y que se rompan. Una vez que estén dorados los retiramos de la sartén y los colocamos sobre papel absorbente. Servir en unos minutos para que no enfríen, están más ricos calientes.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Twitter, en Google +, Pinterest e Instagram.