Continuó mi romance con la mermelada de tomates verdes y ya puestos, dado que adoro la cebolla caramelizada, tuve que preparar esta deliciosa mermelada de cebolla que, por otra parte, es una forma ideal de conservar las cebollas de nuestro huertito.
Aunque, bueno, esto es más bien una excusa porque las cebollas frescas se conservan estupendamente en el trastero.
Cómo preparar mermelada de cebolla
Preparar mermelada de cebolla con nuestra thermomix es bien sencillo. Yo seguí las instrucciones de mi amiga Isa del blog Cocina con Reina que tenéis que visitas si es que no lo conocéis ya. Os va a gustar seguro porque, además, ella es puro amor.
3 cebollas grandes.
(no os asustéis si os parece mucho: las cebollas son agua en su mayor parte y veréis en qué se queda la mermelada)
120 g. de azúcar moreno
50 g. de brandy
50 g. de aceite de oliva.
1/2 cucharadita de sal.
Con thermomix:
Pelamos las cebollas, las cortamos en cuartos y las troceamos con la thermomix 5 segundos, velocidad 5.
Añadimos el resto de los ingredientes y programamos 40 minutos, varoma, velocidad 2.
Si pasado el tiempo, vemos que la mermelada está demasiado líquida (va a depender de la cebolla: cuanto más grandes y más frescas, más agua contienen, pero también de nuestros gustos), podemos programarla otros 5-10 minutos más.
Vertemos la mermelada en botes bien limpios, cerramos con sus tapas y, aún en caliente, los ponemos boca abajo durante 24 horas para que se haga el vacío y se conserven durante varios meses.
Si lo prefieres, puedes poner los botes en una cazuela honda, cubiertos con agua y cocerlos durante 20 minutos para asegurarte de que quedan bien cerrados. Igualmente deberán reposar boca abajo 24 horas.
Sin thermomix:
Pela la cebolla y córtala en aros.
Calienta el aceite en una olla. Cuando esté caliente, añade la cebolla, baja el fuego y déjala que comience a sudar. Cuando empiece a blanquear, añade el resto de los ingredientes y déjalo cocer a fuego suave hasta que la cebolla esté dorada y tierna, unos 40-50 minutos. Puedes ir aplástandola con un tenedor o pasar después la batidora para darle textura de mermelada.
Continúa con el paso 3 anterior.
Ya véis que no es nada complicado prepararla, así que no os resistáis a esta mermelada de cebolla ni aunque no os guste la cebolla porque os va a encantar: complementa a la perfección con una ración de queso curado, una tosta con queso de Burgos o queso de untar, con un pincho de morcilla o incluso una buena hamburguesa.
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