Unas las tengo secando para ponerlas envasarlas en tarritos porque por el tamaño son como las cayenas, pero tenía también guindilla verde y por fin, me he decidido a hacerla. No la he probado, pero los catadores me han dicho que está en su punto. Y debe de estarlo porque se han puesto un poco colorados jajajaja.
Por cierto, no olvidar poner una etiqueta al bote porque puede parecer mermelada de tomate por el color y puede dar algún disgusto que otro.
Ingredientes:
10 gr. de guindillas verdes
dos guindillas rojas pequeñas
250 gr. de pimiento rojo
200 gr. de azúcar blanquilla
Preparación:
1.- Lavar el pimiento y las guindillas. Quitar las semillas de los pimientos (a mí se me escapó alguno y bueno luego lo tienes que apartar), pero no a las guindillas, es ahí donde radica la fuerza de su picor.
2.- En el vaso de la thermomix ponemos las guindillas y el pimiento a trozos y programamos 4 segundos, velocidad 6, para que queden bien picadas.
3.- Volvemos a programar 7 minutos, 100°, giro inverso, velocidad cuchara, con el cubilete. No os preocupéis que se vaya a pegar porque el agua que dejan, no lo permite y le ayuda a hacerse una pasta.
4.- Una vez transcurrido el tiempo añadimos el azúcar y programar 7 minutos, 100°, giro inverso, velocidad cuchara, y ahora ponemos el cestillo para que espese un poco.
5.- Volvemos a programar 3 minutos, temperatura varoma, giro inverso, velocidad cuchara, con el cestillo, para que termine de espesar.
Tiene que quedar una consistencia melosa, pero no hay que pasarse porque al enfriarse, se endurece. Lo pondremos en un bote de cristal, estirilizado con agua hervida y ya sabéis que para hacerle el vacío, lo tapamos lo volcamos hasta que enfríe.
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