Hola amig@s, después de casi un mes de descanso del blog, aquí estoy otra vez en plena forma y preparada para compartir con vosotr@s mis nuevas recetas.... y también para participar en varios retos con mis compañeras.
Para este regreso he querido poneros una mermelada de higos, una fruta que ya queda poco para que se termine su temporada; Y una buena manera de conservar su sabor es preparando mermelada para todo el año.
La mermelada de higos casera es una de las que más me gustan, pero hasta ahora no la había hecho nunca; siempre me la suele dar la mamá de la novia de mi hijo, (que dicho sea de paso), es una gran cocinera y domina a la perfección todo lo que son conservas y mermeladas. Bueno, pues este año, me regaló un tarro de mermelada y un montón de higos, así que no me lo pensé.....me comí unos poquitos y con el resto hice mermelada.
Es la primera vez que preparo esta mermelada y ha salido riquísima!!!
Me encanta tomarla sobre una tostada al fuego para el desayuno, pero también está deliciosa con platos salados o añadida a vinagretas, y como más me gusta, es acompañada de queso fresco.
La mermelada de higos se puede hacer quitando la piel a los higos o no, yo no se la he quitado porque eran de piel fina, pero si ves que tienen la piel más bien gruesa, puedes pelarlos.
Ingredientes:
500g. de higos.
150g de azúcar(si te gusta más dulce puedes poner 200g).
1 cucharada de zumo de limón.
Modo de hacerlo:
Limpia bien la fruta bajo el grifo.
Córtalos en trocitos.
Pon la fruta troceada en una cazuela junto al azúcar y el zumo de limón, mueve bien y ponla al fuego.
Cuando empiece a hervir, baja el fuego, tritura todo con la batidora y deja que cueza unos 20 minutos, remueve continuamente para que no se pegue.
Comprueba que está en su punto poniendo una cucharadita de la mermelada en un plato, separa un poco con la cuchara, si no vuelve al sitio ya está, si se mezcla otra vez, tenla unos 10 minutos más.
Deja que se enfríe un poco y llena los tarros, que previamente habrás esterilizado.Si vas a gastarla en pocos meses, una vez llenos y tapados, ponlos boca abajo hasta que estén fríos por completo.
Si los quieres guardar por más tiempo, hierve los botes en una olla cubiertos de agua unos 20 minutos, deja que se enfríen dentro del agua y saca, así te pueden durar un año.
Espero que te guste.