Con la temporada de naranjas casi acabadas he recolectado las penúltimas naranjas de mi jardín. El sabor es espectacular pues la combinación de fruta recién cogida del árbol al toque de la canela, hacen de esta mermelada una exquisitez muy exótica para el paladar.
Hace muy poco se me rompió el peso pero no pasa nada, a ojo como se ha hecho siempre y riquísimo. El limón además de dar un pequeño toque sirve de conservante.
3 tazas y media de pulpa de naranjas (12 naranjas medianas)
1 tazas y media de azúcar
1 cucharadita de canela
Jugo de medio limón
Cortamos las naranjas pro la mitad y sacamos la pulpa y la partimos si hay trozos grandes. Alguna de ellas las he exprimo directamente. Retiramos las pepitas.
En una olla vertimos la pulpa junto con el zumo y añadimos el azúcar, canela y jugo del limón a fuego alto.
Una vez que empiece a hervir bajamos a fuego bajo-medio unos 30 minutos. No os preocupéis si tiene una consistencia más bien líquida. Al enfriar espesa. Esterilizamos (cómo se hace) y rellenamos los frascos.
Si os gustan las mermeladas, os recomiendo la de Fresa o Moras silvestres, ésta última también las recolecte yo misma de las zarzas; ¡Yo me lo guiso, yo me lo como!
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