Desde entonces he descubierto que es el acompañamiento perfecto para quesos tipo Brie o Camembert, de Cabra o incluso queso Philadelphia. Además de con estos quesos, combina muy bien con la carne o el jamón (no tienes más que probar a utilizar un poco de mermelada de tomate la próxima vez que prepares una hamburguesa, ya verás que rica), y también se puede utilizar como ingrediente para aderezar ensaladas.
Así que tanto si tienes un vecino o familiar majete que te regala parte de sus excedentes de tomates de la huerta (suertudos algunos), como si te dejaste llevar por el impulso de comprarlos compulsivamente en tu ultima visita al mercado, te recomiendo que reserves algún kilo de estos maravillosos frutos para preparar esta delicia.
INGREDIENTES para 3-4 tarros pequeños (200-250ml)
1 kg de tomates (yo usé tomate pera)
600 gr de azúcar blanco (yo usé azúcar con pectina incorporada)
el zumo de medio limón
USTENSILIOS
Un recipiente amplio
Una cazuela
Pasapuré o robot/batidora
Embudo
Tarros de cristal
ELABORACIÓN
Trocea los tomates.
Añade el azúcar y déjalo macerar en un recipiente durante un par de horas.
Pasado este tiempo vierte el tomate macerado en la cazuela y añade el zumo de limón. Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que el tomate se vaya convirtiendo en una salsa espesa. Puede tardar alrededor de una hora más o menos, dependiendo de si utilizas o no azúcar con pectina.
Tritura la salsa con el pasapuré.
Comprueba la consistencia y si es necesario, sigue cocinando hasta que adquiera la consistencia deseada. Recuerda que al enfriarse, la mermelada se volverá más espesa que en caliente, así que no dejes que espese demasiado.
NOTAS
Si quieres saber más sobre como hacer mermeladas sin pectina, aquí tienes un artículo interesante.
Y si quieres saber más sobre la pectina y como prepararla en tu propia casa, aquí tienes más información.
Un video curioso para cortar tomates cherry en apenas unos segundos.
FUENTE
Una receta inspirada en esta de Pamela del precioso blog Uno De Dos.