Aquel sabor dulce y sorprendente a partes iguales, congeló el momento de un modo tan gráfico que aun soy capaz de verme en la mesa de aquel restaurante, relamiendo la cuchara.
Pues bien, preparar helado de albahaca ya quedó en mi lista de pendientes del verano pasado y cuando la semana pasada, por fin me animé a prepararlo, Xabi, mi hijo de 5 años, me miró sospechosamente al ofrecerle las varillas cubiertas de crema de albahaca que estaba usando para batir el helado:
– ¡Pero Ama!, ¡es verde! (Creo que no se acuerda demasiado del helado de té verde del año pasado).
Fan absoluto de los helados, a Xabi se le disiparon todas las dudas al primer lengüetazo de varilla y me fue imposible callarles a él y a su hermana June (de casi 3 años) hasta que se saciaron a base de helado de albahaca a medio congelar.
Y yo quedé encantada de poder reproducir de algún modo ese momento de mi infancia que me quedó tan grabado.
Así que espero que, si los tienes, dejes tus prejuicios a un lado y te dejes sorprender. Este es un helado con un sabor intenso a albahaca a la par que dulce y muy cremoso, sin duda uno de mis helados preferidos.
Y además no necesitas heladera para hacerlo.
Helado de Albahaca
INGREDIENTES:
5 yemas de huevo
170 gr de azúcar blanco
500 ml de nata (crema de leche) espesa
250 ml de leche entera
½ cucharadita de vainilla
un pizca de sal
40 gr de albahaca fresca
USTENSILIOS
Recipientes x 2 (uno de mayor tamaño que otro)
Varillas (preferiblemente eléctricas)
Colador
Batidora o robot de cocina
ELABORACIÓN
Para la crema de helado básica
Bate las yemas y el azúcar hasta obtener una mezcla, pálida y homogénea.
En una cazuela, hierve la leche, la nata (crema de leche) y la vainilla. En cuanto empiece a hervir, retírala del fuego.
Vierte una pequeña cantidad de la mezcla de leche y nata (crema de leche), cucharada a cucharada sobre la mezcla de yemas y azúcar, mientras continuas batiendo. Así evitaremos que el huevo cuaje. Queremos una mezcla cremosa libre de grumos.
Una vez atemperada la mezcla de yemas y azúcar, añádela a la leche y nata (crema de leche) restante que habíamos reservado en la cazuela. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente hasta conseguir una crema algo mas espesa (como una natilla ligera).
Una vez adquirida la consistencia deseada, vierte la crema en el recipiente más pequeño. Coloca este recipiente sobre otro recipiente algo mas grande lleno de hielos para enfriar la crema más rápidamente.
Para el puré de albahaca
Primero, escalda la albahaca en un cazuela con abundante agua y un poco de sal, durante no más de 1 minuto. Una vez pasado este tiempo, escurre las hojas de albahaca escaldadas con un colador y enfríalas en un recipiente lleno de agua con cubitos de hielo.
Este paso hará que la albahaca tenga un color verde intenso.
Escurre muy bien las hojas de albahaca.
Tritura las hojas hasta obtener un puré de albahaca homogéneo. Yo usé una batidora y me costó un buen rato conseguir la consistencia deseada. Puedes añadir un par de cucharadas de crema de helado fría para ayudar.
Mezcla el puré de albahaca con la crema base ( ya fría) preparada anteriormente y deja infusionar en un recipiente cubierto en el frigorífico durante unas horas. Yo lo dejé reposar durante toda la noche.
Pasado este tiempo, cuela la crema para evitar que aparezcan trozos grandes de albahaca en nuestro helado.
Coloca el recipiente cubierto en el congelador.
Mantecado del helado
Retira el recipiente del congelador cada 45 minutos aproximadamente y bate enérgicamente con unas varillas.
Repite este paso hasta que la mezcla adquiera una consistencia de helado cremoso. (3-4 horas)
Reserva en el congelador durante al menos 6 horas.
NOTAS
Me gusta tanto la albahaca que estos días he estado buscando inspiración para averiguar con que otros ingredientes poco usuales podría combinarla para conseguir un resultado dulce:
La más habitual parece ser en combinación con fresas, ya sea en limonada, en helado, en mermelada o simplemente espolvoreando un poquito de albahaca fresca cortada sobre unas fresas maceradas.
Otra mezcla sorprendente, es la que combina los albaricoques con la albahaca. La he encontrado en tartas con base de hojaldre, galettes, Panna Cottas o incluso como aperitivo con queso de cabra y miel.
Pero sin duda, una mezcla explosiva que tengo que probar urgentemente es combinar la albahaca con chocolate blanco. Aquí tienes un ejemplo de otros muchos que circulan por la red: Mousse de chocolate blanco y albahaca.
FUENTES
He utilizado una combinación de la información que he encontrado en estas dos páginas: David Lebovitz y Blogging Over Thyme.