Me imagino la cara de ese alguien que pisa por primera vez un restaurante chino. Me lo imagino con la mirada inocente de un niño. En este preciso momento le sirven el arroz tres delicias que ha pedido casi por obligación y del que únicamente conoce el nombre. Mira el arroz, y lo vuelve a mirar. Su aspecto es cien veces más humilde que su nombre y se pregunta si acaso no se han equivocado y han olvidado las delicias. Había oído que el caviar era una delicia, que el vino era una delicia, que el chocolate era una delicia. Pero jamás, en todos los años que lleva vividos, ha oído a nadie describir un guisante con semejante grandiosidad. Quizá es que los chinos saben algo. Quizá es que los chinos conocen la importancia de lo cotidiano y adaptan su vocabulario a lo que saben, medita.
Analiza el arroz un poco más y su desconcierto aumenta al observar que técnicamente lleva cuatro delicias (zanahoria, guisante, jamón y tortilla) y no tres. ¿Por qué?, se pregunta, ¿a qué viene esa manía de hacer que todos los platos parezcan acertijos?. Deja que la breve aparición de su inofensivo T.O.C pase y se anima a probarlo. No está mal, musita, nada mal. Hasta podría decirse, que no son tres, ni cuatro, ni cinco las delicias, sino tan solo una enorme delicia.
Yo por mi parte, he probado ya suficientes arroces tres delicias, por no decir toneladas, como para haber formado una noción más o menos clara de lo que constituye para mi el arroz tres delicias perfecto, que en mi opinión debería estar elaborado con arroz de grano largo no demasiado hecho y 5 delicias: jamón, huevo, gambas, zanahoria y guisantes.
Y la buena noticia es que este plato es tan fácil de preparar en casa que no es difícil mejorar la receta de tu restaurante favorito añadiendo tu pequeño toque personal.
Esta es mi receta favorita, espero que la disfrutéis.
{RECETA DE ARROZ TRES DELICIAS}
INGREDIENTES
3 tazas de arroz de grano largo tipo basmati, cocido y frío
1 zanahoria, en juliana
1 diente de ajo, picado
1 taza de guisantes*
1 taza de gambas
1/2-1 taza de jamón york en tiras (en mi caso jamón de pavo)
2 huevos
3 cucharadas de mirin (opcional)
2-3 cucharadas de aceite de oliva suave (u otro aceite suave)
2 cucharadas de soja
1/2 cucharadita de azúcar
Sal
PREPARACIÓN1. Prepara todos los ingredientes. Pica el ajo y corta el jamón y la zanahoria en tiras finas.
2. Calienta el aceite en una sartén o wok grande y dora el ajo con cuidado de que no se queme.
3. Echa las gambas y el mirin. Cuando las gambas comiencen a soltar su jugo el mirin a reducirse añade los guisantes y la zanahoria. Saltea hasta que las zanahorias estén blandas.
4. Bate los huevos junto a un poco de sal y una cucharadita de mirin y haz una tortilla. Rompe la tortilla cuando comience a estar hecha o córtala en tiras una vez lista.
5. Diluye el azúcar en la soja. Reserva.
6. Cuando las zanahorias y el resto de ingredientes estén bien cocinados añade el arroz, frío, el jamón y la tortilla y remueve bien. Incorpora la soja poco a poco y al gusto. Tal vez no será necesario añadir toda la mezcla. Prueba y corrige la sal si fuera necesario.
7. Sirve caliente o frio.
NOTAS
*No recomiendo utilizar guisantes en lata. Para esta receta dan mejor resultado los guisantes congelados.
1. El mirin es un vino dulce de arroz japonés. Es un condimento indispensable de la cocina nipona que por su uso se podría decir que es el equivalente de nuestro vino de cocina. Se puede encontrar en supermercados orientales o en grandes supermercados en la sección de comida internacional y suele venderse en botellas de tamaño generoso, de litro o litro y medio. Yo lo encontré a un precio bastante económico en el macro.
Es un ingrediente totalmente opcional, pero si tienes la suerte de ser dueño de una botella no dudes en utilizarla ya que da un sabor más dulce y sofisticado al arroz.
2. Las cantidades indicadas son orientativas y pueden ser modificadas al gusto.