Yo, aquí de atrevida haciendo sushi, la verdad pensaba que era mucho más difícil y aunque es cierto que tiene sus trucos es bastante divertido y se puede customizar a nuestro según nuestros gustos, yepaaaaaaa, me encantan los platos así.
Leyendo curiosidades sobre el sushi, he encontrado que el sushi no significa pescado, ni tampoco es originario de Japón como muchos creíamos, realmente el sushi surgió en la antigua China, algunas historias cuentan que usaban el arroz fermentado para preservar los pescados, es decir, en la antigüedad usaban el sushi como conservante (¡que rico conservante madre mía!) luego la idea del sushi fue evolucionando y en algunas zonas lo utilizaban como forma de pago de impuestos y algunas otras cosas. En lo que se refiere a que el sushi es pescado crudo esto es un mito, realmente el sushi es arroz aderezado con vinagre y azúcar, y luego se puede acompañar con un sin fin de ingredientes, como pescados y verduras, incluso algunos japoneses dicen que podemos agregar cualquier ingrediente que se nos ocurra que de igual forma seguirá siendo sushi.
Y como mis amigos japoneses dicen que agregue lo que le agregue seguirá siendo sushi, pues yo le he hecho una variación muy particular que por casa nos ha encantado y es que las verduras del relleno las he dejado macerar en un caldo muy oriental, y llamo asi a una mezcla de zumo de piña, vinagre de arroz, salsa de soja, aceite de sésamo y jengibre picadito, le dió un toque diferente de sabor al sushi un sabor más potente y un regusto muy sabroso.
Con ese caldo oriental, la verdad podemos hacer un sinfín de platos más, como aderezar ensaladas (próxima receta), cocinar vegetales, entre otras preparaciones, para lo que se nos ocurra quedará bien.
Según mi experiencia haciendo varias veces sushi comparto con ustedes lo que yo considero importante:
Cocinar el arroz en su tiempo justo, no debe quedar ni duro ni pasado de cocción porque al morderlo dará un sensación algo desagradable. Mejor en el tiempo justo, mi tiempo estimado son 15 minutos a fuego lento y con la olla tapada
Aderezar con las cantidades justas, que quede pasado de vinagre puede darle un sabor demasiado fermentado que dejará un mal gusto el el paladar y puede sentar pesado al estómago
Usar salsa de soja baja en sal
Usar azúcar de abedul u otro endulzante natural
Humedecer un poquito la hoja de alga nori antes de agregar el arroz, pero solo un poco, de lo contrario la hoja se puede encoger y deformar
No agregar demasiado arroz sobre el alga, porque quedará muy gordo el rollito y no podremos comerlo de un solo bocado
Al momento de enrollar aplicar fuerza pero no demasiada, de lo contrario podemos romper el alga y bueno lo demás lo dejo a vuestra imaginación
Es un plato ideal para preparar con los más pequeños de la casa, o entre amigos luego de estudiar o de trabajar, la verdad la experiencia es muy agradable, siempre estará acompañada de risas y buenos momentos, como deberían ser todos los momentos en la cocina. Hoy es inevitable que no recuerde a una amiga especial y una frase que se quedará conmigo por siempre y hoy le vuelvo a preguntar: Andreaaa Andreaaa Andreaaa ¿Puedo hacer sushi? Jajaja.
Besos y bendiciones para todos.
Características
Libre de gluten
Almuerzo completo
Cena completa
Rico en nutrientes y proteínas vegetales
Casero y divertido
Ideal para preparar con los más peques de la casa
¿Qué uso?
Para el arroz
250 g de arroz para sushi
400 ml de agua
2 cdas de vinagre de arroz
2 cdas de azúcar de abedul
Para el relleno
1/4 de aguacate laminado finamente
1/4 de mango que este durito (a mi gusto es mejor que no este maduro)
1/4 de pepino laminado finamente
1/4 de zanahoria laminada finamente
Para el caldo de remojo del relleno
1/2 taza de zumo de piña natural
2 cdas de vinagre de arroz
2 cdas de salsa de soja baja en sal
1 cm de jengibre picadito en cuadritos pequeñitos
1 cda de aceite de sésamo
Para formar el rollito
3 hojas de alga nori
1 esterilla de madera especial para sushi
¿Cómo hago?
El arroz
Remojar el arroz en abundante agua por 20 minutos
Pasados los 20 minutos, lavar el arroz cuantas veces sea necesario hasta que el agua quede transparente
En una olla mediana colocar el arroz y cubrir con los 400 ml de agua
Llevar a ebullición por 15 minutos a fuego lento (con la olla tapada), recomiendo chequear de vez en cuando para que no se pegue a la olla ni se seque demasiado
El relleno
En una taza mezclar el zumo de piña, el vinagre de arroz, la salsa de soja, el jengibre y el aceite de sésamo
Agregar el pepino y la zanahoria laminada, dejar remojar por el tiempo de cocción y de reposo del arroz
Cuando el arroz esté cocido
Retirar del fuego
En una taza mezclar las dos cucharadas de vinagre de arroz y las dos cucharadas de azúcar de abedul
Agregar esta mezcla al arroz cocido y remover despacio hasta integrar bien, probar y si es necesario agregar un poco más de vinagre o de endulzante según el gusto
Extender en una bandeja y dejar enfriar completamente
Cuando el arroz este bien frío retirar el caldo de remojo del relleno y reservar para una próxima receta
Para formar el rollito
Colocar la hoja de alga nori sobre la esterilla (recomiendo ver las marcas que trae la hoja y ponerlas en la misma dirección que la esterilla, esto facilitará enrollar
Humedecer con gotitas de agua fría la hoja de alga nori (solo unas goticas, de lo contrario la hoja se reduce)
Extender el arroz sobre la hoja de alga nori, recomiendo que quede una capa muy fina de arroz, incluso si se ve un poco el alga mejor
Colocar a 2cm del borde el relleno macerado, el mango y el aguacate
Con la ayuda de las dos manos enrollar asegurándose que el relleno no se salga por ningún lado
Seguir enrollando hasta llegar al final del alga nori, recomiendo apretar lo suficiente, pero no demasiado, de lo contrario se puede reventar el alga y salirse todo el relleno
Cortar en rollitos de 1cm de grosor aproximadamente con la ayuda de un cuchillo con un buen filo, de lo contrario se romperá el rollito, si el cuchillo no está bien afilado puede pinchar con la punta el rollito e ir cortando con precisión (como el la foto)
Y el paso a paso aquí:
Conciencia y coherencia con lo que hacemos y lo que queremos
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Fuente: este post proviene de La cocina sana de Pao, donde puedes consultar el contenido original.
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