Son simples de preparar y se hacen en moldes de muffins o cupcakes. Creo que la principal conveniencia es que se congelan en porciones pequeñas y se pueden descongelar y calentar en unos segundos en el microondas. Me encanta tener unas cuantas siempre a mano. Las uso como colación o desayuno y hasta de comida ligera acompañando con una buena ensalada.
Ingredientes (12 unidades)
1 cebolla mediana
1 taza de espinaca cocida muy bien exprimida
1/2 taza de pollo cocido cortado en pedazos chicos (puede ser también jamón o salchichas cocidas)
1/4 taza de queso rallado grueso
6 huevos
2 cdas de crema de leche
1 cda de queso blanco o crema agria (opcional)
nuez moscada en polvo a gusto
sal y pimienta a gusto
Preparación
Calentar el horno a temperatura media (360°F/185°C aprox).
Picar la cebolla y saltarla en un poco de manteca (mantequilla) o aceite de oliva. Cuando esté blanda agregar la espinaca cocida y picada y rehogar unos segundos para que se mezclen los sabores. Condimentar con sal y un poco de nuez moscada y reservar. Nota: es importante que la espinaca quede lo mas seca posible.
Preparar los moldecitos de muffins o cupcakes bien engrasados o usar los de siliconas que son muy prácticos. Empezar a armarlas poniendo un poco de la espinaca con la cebolla y luego unos pedacitos de pollo y un poco de queso.
Tiene que quedar algo de espacio para los huevos.
Cuando los moldes estén listos, batir bien los huevos con la crema de leche y la crema agria (opcional). Condimentar con sal y pimienta a gusto.
Con mucho cuidado ir echando en los moldecitos hasta llenarlos.
Hornear por 15-20 minutos o hasta que se haya solidificado el huevo y se empiecen a dorar.
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