Además es una receta que no te llevará mucho tiempo en preparar, por lo que puedes comer de maravilla currándotelo solamente un rato.
Una de las claves de esta receta es marcar el jamón york ó pechuga de pavo a la plancha, lo que aportará más sabor. Otra de las claves es tostar el pan, para que la textura y el sonido sea inconfundible. Además, los tomates cherry los saltearemos en la sartén, dándole un toque más original a nuestro mollete. Y como guinda al pastel, untaremos el bocadillo con una salsita marca atascaburras, con unicamente mostaza y reducción de vinagre de módena.
Dicho todo esto… vamos al lío!
Ingredientes
Un mollete ó un trozo de cualquier pan
2 ó 3 lonchas de jamón york
Queso gruyere (lonchas finas para facilitar el fundido)
Un puñado de tomates cherry
Rúcula (la cantidad al gusto de cada uno)
Para la salsa:
Dos cucharadas de mostaza
Una cucharada de reducción de vinagre balsámico
Una cucharada de aceite de oliva
Una cucharadita de ajo en polvo
Elaboración
Primeramente marcamos las lonchas de jamón york a la plancha, hasta que estén doradas. Retiramos y reservamos.
Partimos los tomates cherry por la mitad. En la sartén con una cucharada de aceite salteamos durante unos 5 minutos. Retiramos y reservamos.
En la misma sartén donde hemos marcado el jamón york y hemos salteado los tomates, doramos los trozos de molletes por ambos lados.
Para la salsa: Mezclar todos los ingredientes en un cuenco o vaso y hasta que se integre todo perfectamente.
Montamos la base del mollete. Untamos con la salsa, ponemos encima la rúcula, encima las lonchas de jamón york, sobre ellas los tomates cherry salteados y encima el queso.
Ponemos en la sartén el trozo de la base del mollete, el cual ya hemos montado, y tapamos. El fuego debe estar a media potencia, para evitar que se nos queme. Al tapar, favorecemos que se derrita el queso más fácil.
Espolvoreamos con albahaca cuando veamos que está fundido el queso.
Tapamos el mollete
Abrimos una cerveza bien fresca y… al ataquer!!!