Estamos en pleno otoño y aunque este año el frío se resistió a venir ya están los puestos de castañas en las calles dejándonos ese olorcito al pasar, ¡que ricooo!
La forma más típica de consumir las castañas es ser asadas, al fuego cuando se puede o en el horno, antiguamente mi abuela las hacía sobre la chapa de la cocina de carbón, olían y sabían a gloria.
Como casi todos los productos, sobre todo los que nos gustan, poco a poco vamos buscando diferentes formas de prepararlos para variar, darles nuevos toques y nuevos aspectos y texturas. Para este reto se me ocurrió hacer esta mousse que queda bastante ligera y agradable.
Así es como la he preparado:
mousse de castañas con chocolate:
INGREDIENTES:
400 g. de castañas
1 vaso de leche
2 hojas de gelatina
4 cucharadas de azúcar
3 claras de huevo (usé pasterizadas)
150 ml de nata (crema de leche) para montar
150g. de chocolate negro
1 chorro de coñac (opcional)
ELABORACIÓN:
Para pelar las castañas les hacemos un corte a lo ancho y las ponemos a hervir 10 minutos en agua. Tiramos el agua y dejamos que templen para no quemarnos, las pelaremos con facilidad, saldrán las dos pieles sin demasiado esfuerzo.
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría.
Con todas las castañas limpias de pieles las volvemos a poner al fuego con el vaso de leche y dos cucharadas de azúcar, cocemos 10 minutos más o hasta que estén blandas, antes de retirarlas incorporamos el chorro de coñac y las hojas de gelatina escurridas hasta que estén bien disueltas.
Trituramos las castañas hasta conseguir una crema un poco espesa y dejamos que se enfríe. Si queda algún trozo pequeño podemos pasarla por un colador para que quede completamente lisa.
Mientras se enfría nuestra crema de castañas, vamos preparando el chocolate.
Calentamos la nata (crema de leche) sin que hierva, añadimos el chocolate cortado en trocitos y removemos hasta que se disuelva por completo. Reservamos para que se enfríe.
En un bol ponemos las claras de huevo para montarlas a punto de nieve fuerte. Cuando estén casi montadas añadimos poco a poco el azúcar que nos queda.
Cuando la crema de castañas esté fría incorporamos las claras a punto de nieve poco a poco y con movimientos suaves de arriba abajo para que no se bajen.
Llenamos hasta la mitad los recipientes que vayamos a usar con la crema de castañas (yo usé flaneras desechables) damos unos golpes para que no queden burbujas de aire y ponemos una cucharada de chocolate que ya debe estar frío, terminamos de llenar con más crema y las ponemos en la nevera unas horas para que la mousse termine de cuajar.
Para servirlas pasamos un cuchillo por el borde del molde para que se suelte la mousse y le damos la vuelta en un plato.
Con una varilla batimos un poco el chocolate restante y ponemos por encima de cada una un par de cucharadas, yo les añadí almendra en granillo un poco tostada en una sartén para darle un toque crujiente.
Y lista nuestra mousse de castañas con chocolate, ¡a disfrutarla!
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