El molde tradicional de muffin es más grande que el de las magdalenas y los cupcake, y el papel que se utiliza también es distinto. Como mi casa es como un bazar, tengo bandeja y cápsulas de muffins. Pero si no queréis andar comprado trastos nuevos y ya tenéis bandeja de magdalenas, la podéis usar.
Os saldrán aproximadamente el doble de muffins y el tiempo de horno será unos 5-10 minutos menos.
Ingredientes:
250g de harina
120 ml de leche
2 huevos grandes
120g de mozarella
1/2 cebolla
7g (medio sobre) de levadura química
200g de espinacas frescas
sal
pimienta negra molida
Pasos:
Lavamos y picamos las espinacas. Picamos la cebolla y la sofreímos con un poco de aceite. Cuando esté tierna, añadimos las espinacas y seguimos cocinando unos 5 minutos. Dejamos enfriar unos 10 minutos.
Mientras tanto, tamizamos la harina y la mezclamos en un cuenco con la levadura, la sal y la pimienta.
Añadimos los huevos batidos a las espinacas y revolvemos bien. Añadimos la mezcla de la harina y removemos hasta que se mezcle, pero procurando no batir demasiado. Añadimos la mozarella cortada en cubitos y la leche. Batimos hasta que los ingredientes estén bien integrados.
Vertemos la masa en moldes para muffins y horneamos unos 35-40 minutos a 180º. sacamos del horno y dejamos que se templen en una rejilla. A mi me gustan templados, pero fríos también están buenos.
Hay cientos de variedades, podemos usar otros tipos de verduras, pollo, jamón, queso...sólo hay que dejar volar la imaginación. ¡O visitar el resto de recetas del desafío!