Nada de lo que ven les gusta
Van por la vida con la nariz permanentemente arrugada
Últimamente, se escribe mucho sobre ellas, Se han hecho tan famosas, que hasta se han inventado palabras nuevas para describirlas: tóxicas, odiadores, "haters"...
Hace unos días me topaba con un adjetivo nuevo, "juzgamundos"
¿A qué mola?
No me gusta su significado, me gusta lo bien que le va este apelativo a ciertas personas
Fue leerla y se me formó una historia en la cabeza
Mujer, unos cuarenta y pico de años, casada con dos hijos de más de veinte años cada uno
Trabajos, estudios, entrar y salir, abriéndose paso en el mundo, vuelan con viento a favor. Quieren a su madre, pero todo son reproches. Un simple beso es motivo de queja
Hace tiempo que no sube ninguno de sus amigos a casa. Todo estaba bien hasta que se marchaban
Cómo vestían, cómo se sentaban, lo que comían, lo que dejaban en el plato. Un sinfín de pequeñas críticas que borraban cualquier risa que hubiera habido aquella tarde
Su marido la quiere más que nada en el mundo, pero aún se pregunta en qué momento su risa alegre y desinhibida se transformó en esa sonrisa breve y casi despectiva con la que juzga a todo el mundo. Ya no intenta comprender, solo ha aprendido a quitarse de en medio en los momentos oportunos
Cuando descubrió las redes sociales, sus mezquindades se acentuaron, pero en la sombra
El mundo que se abría ante cualquiera, lleno de posibilidades, para ella fue una rendija, para observar sin ser vista, para saber de los demás
Sus antiguos compañeros de estudio, sus amigas, conocidos, vecinos y familia
Todo lo que veía le suponía un agravio
No se creía aquellas sonrisas, aquellas vacaciones, nada de la vida de los demás le hacía alegrarse por ellos
Si sonreían, era porque en realidad estaban amargados
Si viajaban, era porque comían porquería el resto del año
Si celebraban algo, ella sabía que aquella familia se tiraba los trastos a la cabeza a la menor ocasión
Para ella los "me gusta" no existían, solo los "me enfada"
En su perfil no publicaba nada. Su foto, un lobo aullando a la luna con una frase sentenciadora, dedicada a alguien que seguramente la había molestado en algo
Su otro perfil, ese era el bueno para ella, el que no conocía nadie
Con este era libre. Libre para escribir lo que nunca sería capaz de decir de otra forma
Ni una palabra amable, ni una palabra cariñosa a nadie
Nadie la invitaba a sus grupos pero ella estaba en todos
Mirando a través de esa rendija que la ocultaba y la hacía invisible en su perfecto papel de juzgamundos
Lo que para otros suponía unos momentos de relax, de intercambio de amabilidades, de conocimientos, de disfrutar de otras personas, para ella suponía un mundo falso
A ella no la callaba nadie y, desde la sombra y anonimato, se creía en el derecho de opinar, de derrochar palabras desagradables y desabridas a cualquiera. Solo tenía que entreabrir su rendija, su visillo particular y hacer honor a ese calificativo que tanto me ha gustado
Juzgamundos. Juzgavidas
Nota: Desde que me "expuse" en las redes sociales con mi blog, me he encontrado con muchas personas así. Preguntas formuladas de la peor forma posible, palabras desagradables.
Con el tiempo, he aprendido a eliminar y a pasar a otra cosa. Me sigue sorprendiendo, porque no lo entiendo pero ya no me afecta como me podía afectar en los inicios
Me sorprende, me cabrea, me indigna y un montón más de sentimientos, pero me duran lo que tardo en bloquear.
Ahora pienso que el problema lo tienen ellos. Qué trabajo estar pendiente de todo y no disfrutar de nada
Pero hoy, este relato, no se ha escrito por este motivo. Es cierto, que vi esta palabra y una cosa me llevó a la otra.
Esto no va dedicado a nadie. Repito, a nadie en particular
Es una reflexión, que seguro compartirán muchas otras personas, por experiencia propia o por lo que se ve en las redes
Estas personas suponen un 00000000000000000000000001% del total de esas maravillosas personas con las que te cruzas en estos mundos
Esas de las que aprendo, me hacen sonreír, reír y hacen que siga compartiendo cosas que me gustan
INGREDIENTES
4 muslos de pollo
4 cucharadas de miel
2 cucharadas de limón
1 cucharadita de curry molido
Pimienta
Sal
ELABORACIÓN
En un bol, mezclar la miel, el zumo de limón , la pimienta, la sal y el curry
Untar los muslos de pollo con la mezcla
En un molde de aluminio redondo, colocar los muslos de pollo
Introducir el molde en la cubeta
Menú Horno 30 con válvula y tapa abierta (clicar en el enlace para ver el vídeo)
Pasado el tiempo de horno, colocar la tapa horno hasta dorar al gusto
Receta adaptada de Directo al Paladar