Las natillas caseras quedan muy bien acompañadas de barquillos
Las natillas caseras son un postre muy tradicional. Los ingredientes que llevan son muy sencillos y su elaboración se lleva a cabo con los útiles más corrientes que se encuentran en cualquier cocina ¿Quien no tiene huevos, leche, azúcar y un poco de harina en casa? Su preparación es muy fácil y es un postre que encanta a niños y mayores. Como siempre, la falta de tiempo hace que las compremos ya preparadas en cómodos vasitos individuales o en sobres a los que sólo hay que añadir leche, pero te aseguro que nada tienen que ver con estas natillas caseras que puedes preparar fácilmente en casa.
Un tema recurrente, entre los amigos de mi página de Facebook, donde desde aquí te invito a participar, es que a veces tenemos invitados y queremos sorprender ¿Tú eres de los que cree que hay que encargar una rica tarta en la pastelería o te planteas "sorprender" con un postre hecho en casa? Por ejemplo, estas natillas o una tarta de manzana casera (receta aquí), o quizá unos sencillos buñuelos de viento (receta aquí). A veces el éxito no está en el precio sino en la sencillez. Quizá no te quede tan bonita como a un profesional, pero te aseguro que los postres hechos en casa son una maravilla. Te dejo esta reflexión en el aire.
Esta receta está sacada de un libro de cocina: Cocina tradicional española, de David Lienas (ed Océano 2006). La única diferencia es que he pesado los ingredientes que se miden por cucharadas para que así no haya lugar a confusión en las cantidades, ya que en cada país tenemos medidas diferentes. Espero que te guste.
Cuando las preparares, te aconsejo que aproveches para preparar estas deliciosas Torrijas rellenas (receta aquí).
Videoreceta para preparar natillas caseras:
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Ingredientes:
1 litro de leche
5 yemas de huevo
100 g de azúcar (cuatro cucharadas soperas)
un trozo de cáscara de limón
1 rama de canela
40 g de maizena (dos cucharadas soperas)
Ingredientes para preparar natillas
Preparación:
Reserva un vaso de leche fría y calienta el resto con la rama de canela y la piel de limón. Cuando la leche empiece a hervir baja el fuego para que no se derrame y deja que hierva durante cinco minutos a fuego muy lento.
Mientras, añade la maizena al vaso de leche que has reservado y remueve hasta que se disuelva por completo. Aunque te pueda parecer que se queda como el cemento, remueve, que se va a mezclar por completo y verás que todos los grumos desaparecen en un momento.
Casca los huevos separando las yemas de las claras. En esta receta sólo vas a usar las yemas. Coloca las yemas en un bol bastante amplio y añade el azúcar y la leche con la maizena. Bate bien con las varillas.
Después de haber hervido la leche durante cinco minutos, pásala por un colador para retirar todos los tropezones que pueda tener. Ahora es el momento de incorporarla a las yemas. Es muy importante que lo hagas poco a poco.
Paso a paso para la elaboración de las natillas
Con las varillas en marcha, vierte la leche en el preparado de yemas, sin dejar de batir, hasta que la hayas añadido toda. Verás que te queda espuma en la superficie. Es normal. Vierte todo el preparado en un cazo y llévalo al fuego. El fuego debe ser bajo, ya que esta preparación se pega y se quema con facilidad. Puedes hacerlo al baño maría, aunque te cueste un poquito más. Remueve sin parar con una cuchara o una varilla manual. Cuando desaparezca la espuma de la superficie y las natillas espesen, ya puedes retirar el cazo del fuego. Este paso suele durar unos diez minutos. No seas impaciente o se te puede quemar.
Vierte las natillas en vasitos o en una fuente honda, tipo ensaladera. Espolvorea la superficie con canela molida, una vez que se haya enfriado. Si lo haces a través de un colador, la canela se te va a repartir mucho mejor y no te quedará ningún grumito. Esto es sólo por estética.
Guarda las natillas en el frigorífico y sírvelas muy frías. Puedes presentarlas adornadas con un barquillo o una galleta.
Sírvelas con barquillos o galletas y verás qué ricas
QUE APROVECHE!
Truco: Si te gustan las natillas más espesas, añade un poco más de maizena, pero no te pases, y si las prefieres más claritas, añade un poco menos. Con que pruebes aumentando o disminuyendo una cucharada ya verás que la textura cambia. Como todo, hay que probar hasta dar con la textura que más te guste. Tamboién reduciendo o aumentando la cantidad de leche conseguirás espesar o aclarar.
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