Después de hacer las natillas en casa, te olvidarás de los sobres con preparado para natillas, por supuesto no tienen nada que ver, la cremosidad, el sabor... un lujo.
Después de buscar muchas recetas, hemos optado por la de nuestra amiga bloguera Anna recetas fáciles por su sencillez y éxito asegurado.
Necesitamos:
1 litro de leche entera
5 yemas de huevo
100 gr de azúcar
la cáscara de un limón
1 palo de canela
40 gr de maizenaSeparamos un vaso de leche y le añadimos la maizena, removemos hasta que se disuelva bien, reservamos.
El resto de la leche lo ponemos a calentar con el palo de canela y la piel del limón (limpia y sin la parte blanca), esperamos a que hierva y entonces lo dejamos a fuego suave durante unos minutos, así la leche se impregnará de la canela y el limón. Una vez que hierva esos minutos, la apartamos del fuego, colamos y reservamos.
Mientras hierve la leche vamos separando las claras de las yemas, os aconsejo que pongáis huevo por huevo en un cuenco y con una cuchara sopera cojáis la yema, y así con el resto. Es mucho más higiénico y os aseguráis de que si uno está mal, no estropee el resto.
Batimos con varillas eléctricas las yemas, el azúcar y la leche que mezclamos previamente con la maizena.
Añadimos la leche hervida que habíamos reservado, poco a poco y sin dejar de batir. Una vez esté todo integrado, lo llevamos a un cazo y a fuego super suave y removiendo dejamos que espese.
En cuanto notéis que empieza a espesar, retiráis del fuego y servís en cuencos, copas, o lo que venga mejor. A nosotros nos gustan con una galleta María en el centro y espolvoredas de canela.
En cuanto pierdan temperatura las metemos a enfriar en la nevera.
Deliciosas...