Con solo 2 ingredientes, tenemos un perfecto acompañamiento para un café, un té o una infusión.
Se preparan en un plis plas. Son crujientes y mejor que las comerciales.
INGREDIENTES
1 plancha de hojaldre fresco
Azúcar blanco
PREPARACIÓN
Sacar 15 minutos antes del frigo. Esto hace que las orillas no se rompan al desenrollar.
Horno 200º.
Sobre una hoja de papel de horno, espolvorear azúcar.
Poner la lámina de hojaldre y retirar el papel que la envolvía.
Pasar el rodillo, ligeramente, para que se incruste.
Echar más azúcar, extender y de nuevo, pasar el rodillo.
Marcar el centro de la plancha de hojaldre y llevar los extremos hacia la marca procurando que los dos queden iguales. Importante para que las palmeritas sean perfectas.
Espolvorear de nuevo con azúcar y presionar ligeramente.
Volver a llevar los extremos al centro y espolvorear de azúcar.
Unir los dos extremos, uno sobre el otro apretando suavemente.
Cortar en rodajas de 1 cm. más o menos (uso el dedo como medida ) y abrir hacia fuera los extremos.
Colocar, separadas, porque se abren, en bandeja de horno con papel vegetal.
Hornear unos 12/15 minutos, darles la vuelta y dejar que doren entre 2 y 5 minutos, dependiendo de hornos.
Sacar y enfriar en rejilla.
Nota: No pasaros con el azúcar porque impide que se pegue el hojaldre al plegar y al cortar, se separan las capas con lo cual, las palmeritas no quedarán bien.
Si se quieren más crujientes, al sacar del horno, en caliente, rebozar por azúcar.
También las podéis bañar con chocolate de cobertura, una vez frías.
Bon appétit!!