Buenos días!! Hoy toca pan, algo inusual verlo por aquí y es que lo mio con él es una relación de amor-odio que no tiene remedio. Se me da mal, no os imagináis la de intentos que he tenido con panes que han sido un fracaso absoluto, por eso siempre ando buscando recetas sencillas en las que no necesite ayuda mecánica, como por ejemplo una panificadora, que me encantaría tener una pero en la cocina no me caben mas cosas.... Así que cuando le vi este pan a Alicia (Olor a hierbabuena) tuve el palpito que esta era la receta facilita que andaba buscando para estrenarme en mi andadura con el pan de molde.
Como bien cuenta Alicia, el toque de miel hace que este pan adquiera la esponjosidad de la mantequilla o la manteca pero con menos calorías y apenas se nota su sabor. Únicamente le da un tono doradito a la miga que la hace aun mas irresistible. Para hacerlo necesitamos:
500 g harina de fuerza + un poco para amasar
150 ml agua
150 ml leche semidesnatada
30 ml aceite de girasol
25 g levadura fresca de panaderia
7.5 g sal
45 ml miel
Comenzamos calentando un poco la leche, el agua, el aceite y la miel en un bol para disolver la levadura.
Cuando esté completamente deshecha incorporamos la harina mezclada con la sal.
Mezclamos todo con una cuchara de madera y seguimos trabajando la masa a mano. Metemos en un molde de plumcake (previamente engrasado para que no se pegue), tapamos con un paño y dejamos reposar 1 hora en un sitio cálido.
Pasado el tiempo, metemos al horno precalentado a 180º durante 40 minutos. Sabremos que esta listo cuando al golpear la base suene hueco. Dejamos enfriar un poco antes de sacar del molde y lo ponemos sobre una rejilla hasta que esté frío completamente.
Espero que os guste, gracias por leerme y Bon Appetit :)
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