Por fin he adquirido la panificadora Silvercrest del Lidl! Llevaba mucho tiempo detrás de ella, pero entre una cosa y otra al final me quedaba sin ella.
Estábamos hartos de comprar pan lleno de conservantes, y hacer pan sin panificadora...bueno, qué voy a decir que no sepáis? Sale riquísimo, eso sí, pero da mucho trabajo y deja la cocina hecha un desastre.
El primer día intenté hacer el pan cuya receta venía en la caja, el pan exprés...salió muy mal y lo tuve que tirar. Era una piedra! Así que por la noche di largos paseos por los foros de los amantes del pan y entendí algunas cosas: levadura no es igual a levadura...me explico: no es lo mismo levadura de panadería que la levadura de siempre, tipo Royal, por nombrar una marca. La levadura de siempre parece ser sólo un acelerante, mientras que la levadura de panadería es la que se debe utilizar para hacer pan y que nos salga bien. Y no es lo mismo harina que harina de fuerza, más indicada para hacer pan.
También es importante el orden de los ingredientes: primero líquidos, luego sólidos.
Y nunca sal y levadura juntos.
Y por último: hay que quitar los ganchos de la panificadora antes del horneado, para que no se ropa el pan al sacarlo.
Cuando ya tuve las ideas claras, probé de nuevo con las premezclas de pan. Riquísimo ese pan!
Pero mi idea original era hacer el pan entero yo misma, y no usar premezclas. Y este fue el resultado:
Para elaborar un pan de molde blanco, he elegido esta receta:
Ingredientes:
300 ml de agua templada
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
600 gr de harina de fuerza
1/2 sobre de levadura de panadería
Preparación:
Ponemos los ingredientes en este orden en el molde de la panadera.
Seleccionamos el programa "Esponjoso", que es el 2.
Seleccionamos el peso 1000 gr y el tueste medio. Comenzar!
Cuando termine el último levado (justo antes del horneado), sacamos con cuidado los ganchos.
Una vez horneado, sacamos el pan con cuidado y lo dejamos enfriar sobre una reja. Por cierto, si se resiste y no quiere salir del molde, dadle una vuelta a los pinchos de los ganchos desde fuera del molde. Así se sueltan.
UN TRUCO:
Si lo queréis más blandito, como el auténtico pan de molde, sólo tenéis que envolverlo en papel de aluminio mientras está aún templado. A la mañana siguiente podréis disfrutar de unas tostadas riquísimas.