¿Cómo estáis? ¡Ya es verano! Es una de mis épocas favoritas del año. Aunque sigo trabajando y aún no he empezado las vacaciones, tengo la sensación de aprovechar mucho más el día. Se hace de noche mucho más tarde y al salir del trabajo, con el buen tiempo que hace, se me ocurren un montón de cosas que hacer, entre ellas, cocinar. Que en invierno es salir de la oficina y estar deseando tumbarme en el sofá y no hacer nada. Así que en esta época suelo cocinar mucho más (aunque a veces con el calor que desprende el horno es un poco asfixiante) y probar recetas y utensilios nuevos. Y por eso estoy aquí. Mi madre me ha regalado la panificadora Silver Crest que se vende en Lidl i por fin me he atrevido a utilizarla. Estoy encantadísima. Por eso la receta de hoy es un pan de pipas de girasol y calabaza sin glute ni lactosa hecho con la ayuda de la panificadora. Ya veréis que es sencillísimo.
¡Vamos allá!
Pan de pipas de girasol y calabaza (sin gluten ni lactosa)
Ingredientes:
agua
aceite
harina panificable sin gluten (yo para esta primera vez no me atreví a hacer la mezcla de harinas así que utilicé la mezcla panificable de Schar)
pipas de girasol peladas sin sal
pipas de calabaza peladas sin sal
levadura seca
sal
Elaboración:
Sacamos la cubeta de la máquina, nos aseguramos de que estén bien puestas las varillas y añadimos los ingredientes en este orden: el agua, el aceite, la sal, las pipas, la harina y la levadura seca. Debemos hacerlo con cuidado para que la levadura seca no se mezcle con los líquidos.
Introducimos la cubeta en la máquina, cerramos la tapa y enchufamos la máquina a la corriente.
Seleccionamos el programa de pan sin gluten, el grado de tueste del pan y iniciamos el programa.
Si queremos evitar que el pan nos quede con dos agujeros en el culo a causa de las varillas deberemos estar al tanto de cuando la máquina ha finalizada el proceso de amasado y reposo y empezará el horneado. Justo en eso momento (oirás unos pitidos) es cuando podemos sacar las varillas. Pausamos el programa, abrimos la tapa de la máquina, sacamos las masa, sacamos las varillas y volvemos a poner dentro la masa. Cerramos la tapa y continuamos con el programa pausado.
Cuando el horneado finalice, con ayuda de una manoplas sacaremos la cubeta y desmoldaremos el pan para que se enfríe encima de una rejilla. Para ello simplemente debemos darle la vuelta a la cubeta y moviéndola de arriba a abajo hasta que el pan caiga. Debéis de vigilar con la temperatura de la cubeta y no quemaros, estará ardiendo.
Dejamos reposar el pan encima de la rejilla mínimo 30 minutos y ya lo podremos consumir.
Si queréis congelarlo, yo lo que hago es cortar el pan y congelarlo. Así puedo descongelar justo esas rebanadas que voy a comer.
¡Et voilà!
¿Habéis visto que fácil es? Todo es perderle el miedo.
Yo estoy muy contenta con el resultado. Aunque su textura es un pelín más mazacote que el pan que venden en supermercados, en gusto y sabor no tiene nada que envidiar. A mí personalmente me gusta hasta más que según que marcas. Además, no olvidéis que es mucho más sano que el pan procesado que podemos adquirir en el súper.
Así que ahora os toca a vosotros.Nos seguimos leyendo, ¡a hornear!
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Judith.
Pretty Pastelitos muestra recetas sin gluten y sin lactosa, los ingredientes utilizados por Pretty Pastelitos son sin estos ingrediente, no olvidéis comprobar que los que utilicéis en casa, también lo son.. Hay que tener en cuenta el riesgo de contaminación en el caso que cocinemos para personas celíacas, no olvidemos limpiar y desinfectar bien las zonas dónde vayáis a cocinar.