Me niego a desayunar galletas aburridas, de esas que todos conocemos, mientras pueda desayunar una rica tostada de pan, hecho por mí, untado de aceite, con queso, con mermelada, con tomate,...En realidad, hecho por la panificadora, porque yo sólo me preocupo de poner los ingredientes dentro de la cubeta.
Y, desde que he descubierto este pan integral, de miga consistente, con trocitos de avellanas, pasas y con ligero dulzor del jarabe de arce, no desayuno otra cosa.
La inspiración me llegó de este pan de mi amiga Carmela, un pan integral de pasas, nueces y miel, del que yo he ido haciendo diferentes versiones: la primera fue el no ponerle nueces (ya sabéis que no puedo tomarlas) y sustituirlas por avellanas. Después lo probé con pipas y, en otra ocasión, con pistachos. En ambas ocasiones, ¡riquísimo!
Y el último pequeño cambio ha sido el añadirle jarabe de arce en lugar de miel, de ahí que su color se oscurezca más. El jarabe de arce le da un sabor como de pan más tostado. Sin embargo, la miel le da un sabor más suave y más esponjosidad. Como os digo, cualquiera de las dos versiones es pura delicia.
Combina a la perfección con todo lo que queráis ponerle e incluso es muy rico para tomarlo tal cual. Y, ¿qué queréis que os diga? De esta forma me es más fácil controlar que tipo de grasas lleva (una cucharada de aceite de oliva), cuánto azúcar le pongo (tres cucharadas de jarabe de arce más el que contienen los frutos secos), la harina la eliges tú mismo,.. En fin, pequeños detalles que te hacen sentir más responsable de tu alimentación.
- 350 ml. de agua
- 350 gr. de harina de trigo integral
- 150 gr. de harina de trigo de fuerza
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 3 cucharadas de jarabe de arce Maple Joe
- 1 cucharadita y media de sal
- 2,5 gramos de levadura seca de panadería (no lo confundáis con el impulsor químico de los bizcochos)
- 60 gr. de pasas
-100 gr. de avellanas troceadas (podéis trocearlas sobre una tabla de cortar, pero os será más fácil hacerlo con la picadora de la batidora. Eso sí, no las trituréis demasiado, porque os encantará encontraros con trocitos de avellanas al morder el pan)
Hacer pan en la panificadora tiene muy pocas normas a tener en cuenta, pero una de ellas es el orden de los ingredientes: primero los líquidos y después los sólidos. ¡Ah, y no os olvidéis de poner las paletas mezcladoras!
Iremos vertiendo los ingredientes en la cubeta de la panificadora por este orden: agua, aceite de oliva, jarabe de arce, sal, harina integral, harina de fuerza y levadura seca. Después, activaremos el programa para pan integral, con tostado medio, y dejaremos que nuestra "maquinita" haga su trabajo.
La panificadora nos avisará con unos pitidos, cuando empiece a amasar por segunda vez, para que le añadamos las avellanas trituradas y las pasas. Y, después de ésto, no tendremos que volver a preocuparnos hasta que el pan esté listo y tengamos que desmoldarlo.
Dejadlo enfriar sobre una rejilla durante un par de horas.
Si no tenéis panificadora y estáis pensando en comprar una, a continuación os dejo unas cuantas para que les echéis un vistazo. Se trata de un electrodoméstico económico, cuyo consumo es mínimo, y si os acostumbráis a comer pan casero todos los días, ya no podréis vivir sin él.
Ésta es la panificadora que yo tengo; si os decidís por ella, puedo ayudaros a solventar cualquier duda:
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Pero también se habla muy bien de ésta de la marca Moulinex:
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Y, seguro que habéis oído hablar de la famosa panificadora de Lidl (para comprar ésta última, tendréis que esperar a que salga a la venta, cada 6 meses aproximadamente).
Aunque yo he hecho el pan en la panificadora, podéis hacerlo perfectamente en el horno. Para ello debéis respetar los tiempo de levado del pan.
Deberéis mezclar los ingredientes y dejar levar la masa en un recipiente tapado, mucho mejor si es en lugar cálido, unas dos horas aproximadamente. Después, desgasificar, amasar de nuevo, e introducir en el molde donde lo vayáis a hornear. O, simplemente darle la forma deseada y ponerlo sobre la bandeja del honor. De nuevo lo dejaremos reposar y, cuando haya doblado su volumen, lo hornearemos.
Si horneáis en horno, sería bueno que los primeros 15 minutos de horneado tuvieseis un recipiente con agua en el interior para que la humedad haga que no se forme corteza muy pronto y así el pan pueda seguir creciendo. Pasado ese tiempo, sacaríamos ese recipiente y seguiríamos horneando, a unos 200 ºC, hasta que el pan suene a hueco cuando lo golpeemos con los nudillos.
Os dejo otras recetas de pan preparadas en panificadora:
- Pan de aceitunas y pimientos de piquillo
- Pan de cebolla y butifarra negra
- Brioche de jamón de york y queso
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus