Esto es una receta de domingo, vestida de domingo.
En mi caso decir esto es afirmar que llevo puesto uno de los dos pantalones de andar por casa en los que a duras penas meto el trasero porque tienen más años de los que puedo confesar, una camiseta raída con algunos agujeros repartidos con alegría y generosidad, y mis zapatillas de lunares morados.
Y es que yo siento un gran respeto por los domingos. Los domingos son el día de tirarse a la bartola, de bloggear a ratos, de liarse con la limpieza de la casa y luego premiarse con unas cañas o un vermuth de grifo, de esos que en domingo van acompañados de la tapita de paella o las patatas revolconas .
Y por eso los domingos, en lugar de hacer grandes cosas que necesitan una mañana de trabajo y tres horas de horno, yo prefiero hacer cosas sencillas, de elaboración rápida pero no tan rápida como para hacerlas entre semana. Porque el pan es rápido y sencillo pero tiene que levar entre una y dos horas. Y el domingo es el día perfecto.
Deberíamos institucionalizar los domingos para esas comidas de la pereza: las pizzas, los panes de pita rellenos, los guisotes que se hacen solitos solo con estar tres horas al fuego y dar vuelta a mitad, y los asados que tienen tres ingredientes y solo trabaja el horno.
Porque los domingos, son para eso. Para rendir culto a la pereza, comer con las manos, para no vestirse, para repantingarse en el sofá y jugar con la gata.
INGREDIENTES
[DOS PIEZAS, PARA TOMAR COMO PLATO ÚNICO]
Para la masa del pan pide
Harina blanca de trigo, 100 g
Harina integral de trigo, 100 g
Agua, 125 g
Azúcar, 5 g
Sal, 2,5 g
Levadura seca de panadero, 1 g [o unos 3 g de levadura fresca]
Para el relleno
Espinacas frescas, 300 g
Cebolla, 100 g
Queso semicurado Saint Pauline, 50 g [o un queso que nos apetezca]
Leche evaporada, 50 g [sirve nata]
Sal, pimienta
Aceite, 1 cucharada [15 ml]
Piñones, 20 g
MODUS OPERANDI
La masa
Mezclamos en un bol los ingredientes, toscamente, lo justo para que se unan. Nos disponemos a hacer cualquier otra cosa con nuestra vida durante 15 minutos, y retomamos la masa a la vuelta.
Amasamos durante 5 o 10 minutos sobre la encimera limpia y seca [yo siempre amaso a intervalos de 2 minutos con 5 de descanso y me funciona de miedo, a este pan le hice 3 ciclos de este tipo y quedó genial]
Una vez amasado, dejamos la bola de masa en un bol, tapado con papel film, y lejos de toda corriente o cambio de temperatura [el horno apagado es un buen lugar] hasta que doble su volumen. Tardará entre una y dos horas, dependiendo de la temperatura de tu casa [a más calor, menos tiempo]
Cuando haya doblado el volumen, sacamos la bola, la desgasificamos con suavidad [nada de desgarrarla o maltratarla si no quieres que se vengue de ti] y la dividimos en dos porciones. Estiramos cada porción de masa haciendo una tira larga y estrecha ligeramente ovalada en las puntas. Dejamos las dos bases en la bandeja, las tapamos con film, y nos ponemos con el relleno.
Precalentamos mientras tanto el horno a 225º, para tenerlo listo cuando lo necesitemos.
El relleno
En una sartén grande, ponemos el aceite y cuando esté caliente añadimos la cebolla picada muy menuda. La dejamos pochar un poquito con una pizca de sal, y añadimos las espinacas. Sin miedo, abultan mucho pero se quedan en nada en menos de 5 minutos.
Cuando las espinacas hayan reducido su volumen, añadimos la leche evaporada, el queso cortado en trocitos, y salpimentamos. Dejamos que reduzcan los líquidos y se cuezan las espinacas en la leche evaporada, y cuando esté razonablemente seco, lo retiramos del fuego.
Ponemos la mitad de este relleno en cada masa, en forma alargada y solo en el centro, y plegamos los bordes haciendo forma de barquita. Es muy útil ayudarnos con la rasqueta del pan, para que no se deforme la masa de los bordes al tirar con los dedos de ella.
Y horneamos a 200º unos 10 minutos, 15 como máximo, hasta que veas que los bordes están crujientes.
*Si te gustan las masas gorditas, puedes estirarlas menos y dejar levar 15 minutos la segunda vez. A mí, personalmente, me gustan finas y crujientes, pero es cuestión de gustos.