El otro día, enredando por Google+, encontré esta receta en un blog italiano... AQUÍ tenéis el enlace.
Me pareció una receta estupenda, que sirve, incluso, como plato único. Así que, en cuanto tuve oportunidad, la copié, casi literalmente.
Y no me arrepentí, ¡está riquísimo!.
Como siempre, para los que trabajamos fuera de casa, podemos tener la salsa hecha con antelación, y al llegar a comer, basta con cocer la pasta, calentar la salsa, y listo.
He utilizado pasta "mafalda corta", que queda muy bien con este tipo de salsitas.
Ando un poco liada, entre cuestiones de trabajo, y que se me ha ocurrido meterme en un berenjenal "ganchillero" que excede de mis limitadas habilidades, jajaja... así que hoy, como veis, soy breve. Pero una (o varias) imágenes valen más que mil palabras, así que mirad qué buena pinta tiene este platito... y animaos a probarlo.
INGREDIENTES (4 personas):
Media cebolla mediana (o 1 pequeña)
Una zanahoria mediana
1/4 de kg de carne de ternera picada (yo pido que la pasen 2 veces por la máquina, queda más fina)
250 gramos de pasta Mafalda corta (o de la pasta que prefiráis)
3 clavos (la especia, claro, no tornillos de hierro o acero, jajajaja)
Un vasito de vino blanco
4 tomates rallados
100 gramos de guisantes frescos o congelados (la receta original lleva más cantidad, pero como había algún comensal poco aficionado al guisante, "recorté" un poco).
Sal, pimienta, perejil fresco picado, y orégano
Aceite de oliva virgen extra
Caldo de carne o verduras, o agua.
1/2 pastillita de caldo de verduras (en caso de usar agua).
Queso parmesano rallado.
PREPARACIÓN:
Picamos la cebolla y la zanahoria en juliana finita. Calentamos un chorreón de aceite de oliva en una sartén honda, y rehogamos a fuego medio unos 10 minutos.
Añadimos la carne picada, y la rehogamos moviéndola con un tenedor o cuchara de palo, y agregando un poquito de caldo o agua, que ayudarán a que no se nos apelotone (tiene tendencia a convertirse en "hamburguesa gigante" a nada que nos descuidemos).
Agregamos los clavos, y dejamos cocer unos 5 minutos, a fuego medio-bajo.
Añadimos un vasito de vino blanco, quitamos los clavos, y dejamos que se evapore el alcohol, rehogando durante 3-4 minutos, a fuego medio.
Ahora vamos a poner los guisantes frescos o congelados, y un poco de agua o caldo (si son congelados, poned menos agua).
Salpimentamos, agregamos el perejil fresco picado, y, en su caso, la 1/2 pastillita de caldo de verduras desmenuzada, y dejamos cocer, tapando la sartén, durante 10 minutos a fuego medio-bajo (yo lo he puesto en el número 4 de mi vitro, que tiene 9).
Agregamos los tomates rallados, el orégano, probamos el punto de sal, y cocinamos, como mucho, durant ¼ de hora.
Mientras se hace la salsa, cocemos la pasta en abundante agua y sal. Después, la escurrimos y reservamos.
Aquí, veis cómo ya va reduciéndose la salsa.
Por último, podemos cocinar unos minutos la pasta con la salsa en la sartén, o bien verter la salsa directamente sobre la pasta.
Servir con queso parmesano rallado aparte, para que cada uno se sirva lo que quiera.
Espero que os guste.
Que tengáis un feliz día.