Hoy os dejo la receta básica, con esta base, después podemos preparar pasta con el color que queráis, negra, verde, amarilla,... Y podemos usarla para lo que queramos, para hacer pasta rellena, lasaña, espaguetis, tallarines,...
También podemos jugar con distintos tipos de harina, integrales o blancas, añadirle un poco de maiz o sarracena y cambiarle mucho el sabor, y una de las mejores usar semola de trigo.
La receta es muy sencilla de recordar y de elaborar, lo único es tener un poco de paciencia al amasar, porque requiere un ratillo y es una masa "dura".
Y por último yo uso maquina para pasta, pero en caso de no tenerla, podéis usar el rodillo, estirando con paciencia la masa y después cortarla con un cuchillo bien afilado.
INGREDIENTES
100 gr. de harina
1 huevo grande.
ELABORACIÓN.
Ponemos la harina en forma de volcán dentro de un cuenco lo suficientemente grande y volcamos los huevos en el centro, y llega el momento de mancharse las manos. Un consejo es que no hagaias de una tirada mas de 500 gr. ya que es difícil de amasar tanta cantidad.
Rompemos los huevos y vamos integrando la harina con los huevos poco a poco, al principio parece que es imposible que toda la harina se pegue, pero con un poco de paciencia se consigue sin problema. Una vez todo bien integrado es el momento de pasar la masa a la mesa y ponernos a masar hasta que esté lisa y algo menos dura.
Una vez bien amasada, la metemos en una bolsa o en papel film y la dejamos reposar minimo 30 min. Durante ese tiempo se hará más manejable.
Colocamos la maquina de pasta y hacemos bolas de un tamaño de unos 30 gr y simplemente es ir pasándola por la máquina, 2 veces por cada numero, van del 1 al 9, hasta llegar al deseado. Para espaguetis o tallarines lo recomendable es dejarlos en un numero 7-8, para placas de lasaña o canelones, mejor más finita llegando hasta el 9 y para rellenar 8-9.
Os dejo la vídeo receta, que viéndolo es mucho más fácil.
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» Lucas 9, 62