Pastel de calabacín a la italiana fácil y delicioso
En mi casa el pastel de calabacín triunfa. Es una receta muy fácil y socorrida porque la puedes preparar con antelación y queda deliciosa también fría, hay incluso quien cree que fría está aún más buena.
Esta receta me la enseño hace mucho tiempo mi zia (tia) Giovanna, en esa época era aún jovencita y las verduras no me hacían mucha gracia pero cuando probé esta deliciosa receta italiana tuve que cambiar de parecer porque este pastel de calabacín literalmente me encantó. En verano nos cuesta encender el horno pero como en el caso de las berenjenas a la parmesana el esfuerzo merece la pena. Este pastel de verdura está tan rico que le gusta también a los niños, hasta mi hijo que no quiere ver verde en su plato dice que está rico.
El secreto para que esta receta con calabacín salga tan jugosa y esponjosa es el parmiggiano (parmesano). ¿No has probado a añadirlo a una tortilla francesa? yo no hago una sin añadirlo, para mí es un ingrediente indispensable. El queso parmesano hace que la masa de este pastel como de cualquier tortilla quede muy esponjosa, jugosa y sobre todo sabrosa.
No te pierdas esta receta, muy fácil y económica, es perfecta para cenar o para una comida fuera de casa porque como ya te he dicho también fría queda muy rica. Otra cosa, ¿No has probado las flores de calabacín o calabaza fritas? Si las tienes a disposición no te pierdas tampoco esta receta, han sido la razón principal por montar mi proprio huerto.
Tiempo total: 40 min
Tiempo total: 40 min
Ingredientes
- Calabacines 1 kg- Cebolla 1 grande
- Huevos tamaño L 5
- Queso parmiggiano rallado (parmesano) 100 g
- Pan de molde 6 rebanadas
- Sal
- Pimienta
- Aceite v.e.
- Pan rallado
Instrucciones
Corta la cebolla en juliana muy fina y los calabacines en rodajas de unos 2-3 mm de espesor.
Pon en una sartén 4 cucharadas de aceite y cocina la cebolla a fuego suave hasta que quede tierna y casi transparente, tardará unos 7-10 minutos.
Añade los calabacines y cocina a fuego alto durante aproximadamente 8 minutos removiendo de vez en cuando, luego baja ligeramente el fuego, echa sal y cocina unos 10 minutos más. Los calabacines no se tienen que deshacer y nunca tienen que llegar a tener agua en la sartén, si pasara sube el fuego. Una vez listos deja enfriar.
Mientras prepara una fuente de horno, la mía era de 26x20 cm, unta la base y lo borde con aceite (el papel vegetal no es indispensable) y coloca las rebanadas de pan de molde de modo que cubran toda la base.
Bate los huevos en un bol, salpimienta, añade el queso rallado vuelve a batir, echa los calabacines y mezcla todo muy bien. Vierte todo en la fuente de horno y extiende el relleno con una cuchara para que quede liso. Espolvorea con un poco de pan rallado.
Hornea el pastel de calabacín en horno ya caliente a 200 ºC durante 20 minutos. Sirve caliente, templado o frío, queda siempre delicioso.
Notas
El queso parmesano hace que el pastel quede más jugoso y esponjoso, así que no prescindas de él.
Si pelas los calabacines se lo comerán hasta los niños no no quieren ver verde.